convulsión febril: el día más largo

Ayer sábado mi compañero Mariano Mancheño, pediatra en Altea publicaba en las páginas de Información este artículo. ¡Muchas gracias!

Es sábado por la mañana y leo la prensa en un café. Entran Clara y Chimo, padres de Lucía y Alfonso y me saludan. Les invito a sentarse conmigo. Hace más de dos años que no vienen por la consulta y los hijos tienen 12 y 10 años.

Hablamos de la vida, de esto y de lo otro. Con los cafés delante , Chimo me dice: Mariano, el día más largo de nuestra vida fue cuando Lucía tuvo la primera convulsión febril. Me pido otro cortado y mientras disuelvo el azúcar pienso… Todos los médicos que atendemos niños nos hemos encontrado en una situación dramática, con un niño que de pronto se queda sin conocimiento, con movimientos anormales y con unos padres aterrorizados pensando que su hijo se está muriendo, sin poder ellos hacer nada.

Sólo me estoy refiriendo a las CONVULSIONES FEBRILES SIMPLES provocadas por la fiebre. Muchas enfermedades corrientes se acompañan de fiebre. Durante una convulsión se producen unas descargas eléctricas cerebrales que provocan que unas partes del cuerpo o todo se contraiga y se mueva de forma más o menos rítmica. Suelen durar poco, minutos, pero parecen una eternidad. En otras ocasiones la pérdida de conciencia se acompaña de un descenso del tono muscular y el bebé parece más un muñeco  de trapo, flácido. A veces se acompaña de emisión de orina o heces.

Lejos de ser acontecimientos raros son bastante frecuentes y se estima que el 4 % de los niños los padecen o han padecido, siendo poco probables antes de los 6 meses y después de los 5 años. A pesar de la ansiedad provocada debemos intentar mantener la calma y anotar mentalmente el tipo de movimientos, la duración, si hay emisión de orina o heces.

Es importante comprobar que respira. Ponerlo acostado de lado y no tratar de sujetarlo para que esté quieto. Si tuviera chupete u otra cosa en la boca, intentar quitarla. Si la convulsión se alarga más de 5 minutos hay que ir a Urgencias. No es la fiebre la que provoca la convulsión sino el cambio brusco de temperatura normal a elevada.

El tratamiento en Urgencias es verificar que la ventilación es adecuada y la administración de Diazepan por vía rectal con lo que la mayoría cesan. Valorarán la necesidad de análisis de sangre, punción lumbar, ingreso etc, según el estado pero lo habitual es que el paciente se pueda ir a casa con unas instrucciones y habiendo aprendido los padres la técnica de administrar la medicación rectal. Es poco frecuente que la convulsión repita durante la misma enfermedad pero puede pasar. Además la posibilidad de una segunda convulsión similar en otra enfermedad febril es alta y una tercera hasta el 10%. El tiempo juega a favor de la desaparición de estos ataques que NUNCA dejan secuelas.

Bebo un sorbo de café y Clara se levanta y dice: Te has quedado muy callado. Nos vamos de compras. Adiós. Deja que te invitemos. Me acabo el café pensando en el día más largo de Clara y Chimo y en el de tantos Chimos y Claras que han pasado por uno de estos días tan largos.

Hasta pronto.

Podéis leer también:
Esta entrada anterior que hablaba de convulsiones febriles.
Y en la web de Familia y Salud: convulsión febril.

 

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