Los niños, con ropa mejor

 

Hablaba en la entrada anterior de fotoprotectores en la infancia. Pues bien, necesito retomar el tema para empezar por el principio, para hablar de la protección más fácil, lógica y eficaz: taparnos con ropa que, junto a ponernos en la sombra, también es la más barata.
No estoy de broma, cada año recomiendo más a los padres que lleven a los niños con ropa a la playa o a la piscina, sobre todo a los más pequeños.
Recuerdo en mi infancia, cuando no debían existir fotoprotectores, bañarme con camisa por mi piel tan blanca, a pesar de lo cuál cada año me quemaba. Hoy afortunadamente disponemos de tejidos con factor de protección ultravioleta (FPU), el equivalente al factor de protección solar (FPS) de las cremas solares.

La primera normativa publicada sobre los métodos para determinar el factor de protección ultravioleta (FPU) de la ropa fue el Standard Australia/Nueva Zelanda, que establece una clasificación según el FPU:
Tejido con FPU entre 15-24 se considera una buena protección porque transmiten entre un 4,2-6,7 % de radiación UV.
Tejidos con FPU entre 25-39 se considera una protección muy buena porque transmiten entre 2,6 y 4,1 % de radiación UV.
Tejidos con FPU = o >40 se considera una protección excelente porque transmiten menos del 2,5 % de la radiación UV.

Aumenta cuanto menores son los espacios entre los hilos y mayor es el peso y grosor del tejido: el algodón, viscosa y lino, por ejemplo, tienen menos FPU que nailon, lana, seda y poliéster. Es mayor en los colores oscuros que en los claros. Una tela de las que menos rayos ultravioleta deja pasar es la vaquera azul marino o negra; una camiseta blanca de algodón ofrece una protección 12 y una negra 20. También varía el FPU con la humedad: el FPU disminuye cuando el algodón está húmedo; siguiendo con el ejemplo de la camiseta blanca, si nos bañamos con ella el FPU baja a 2. Por el contrario, el lavado aumenta el FPU en el algodón y también los tintes aumentan de tres a cinco veces el grado de protección de un tejido, sobre todo los tintes de color oscuro.

Por tanto, una cosa es combatir el calor con ropas frescas, tejidos naturales y claros y otra protegernos de las radiaciones. Si queremos usar la ropa como protección solar tendríamos que usar prendas de vestir frescas, ligeras, que cubran la mayor superficie corporal y con FPU mayor de 30, pero no es fácil, pues tienen un UPF > 30 las prendas con más del 70% de lana, o la lycra que tiene un FPU de 50 y no es plan de vestir a nuestros niños o a nosotros mismos con esos tejidos oscuros con la que está cayendo.

La solución pasa por combinar que el tejido sea transpirable y que no de calor y por otro que bloquee la radiación ultravioleta. La industria lleva ya unos años en ello y hoy día disponemos de ropa, bañadores, gorras, camisetas, camisas y pantalones, con alto nivel de protección, estén secos o mojados. Son ya muchas las marcas y tiendas que ofrecen esta ropa, lo indica en su etiquetado, con precios razonables y creo que es una buena alternativa para el tiempo del baño o de las actividades al aire libre.

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