Gracias Juan Alberto por dejarme publicarlo, gracias Carlos!. Sois una gran familia!
El pasado sábado día 15 se celebraba el Día Internacional del Niño con Cáncer.
La incidencia del cáncer en los niños es baja, se diagnostican casi 1.000 niños al año en España y de esos unos 100 en la Comunidad Valenciana. Hablamos en general de cáncer infantil pero engloba un grupo de enfermedades, distintas en sus manifestaciones, en sus métodos para diagnosticarlas, en el pronóstico y distintas también en sus tratamientos.
En general, los tipos más frecuentes de cáncer en la infancia se pueden dividir en dos grandes grupos: las enfermedades hematológicas y los tumores sólidos. La leucemia es el cáncer infantil más frecuente, le siguen los tumores del sistema nervioso central y en tercer lugar los linfomas.
Afortunadamente la supervivencia cada día es mayor, alcanzando ya a más del 70%. Cada tipo de tumor y cada niño o adolescente precisará un tratamiento, que siempre ha de realizarse en una unidad de Oncología Infantil. Los tratamientos más empleados son la cirugía, radioterapia, quimioterapia y en ocasiones trasplante de médula ósea.
El diagnóstico de cáncer en un niño o en un adolescente es un mazazo que implica un antes y un después en su vida y en la de su familia. Cuando unos padres reciben esa noticia viven una de las experiencias más difíciles y dolorosas de su vida: tras la confusión y la negación inicial llega la aceptación de la realidad y aquí juega un papel muy importante el Equipo de Oncología Infantil, así con mayúsculas, porque suelen ser profesionales competentes desde el punto de vista científico y técnico pero también de una calidad humana extraordinaria. Es muy importante la confianza en el Equipo que va a atender a su hijo, ellos responderán a sus preguntas y a partir de entonces les acompañarán en este difícil recorrido.
Y si en ese tránsito a aceptar la realidad, a enfrentarse a la enfermedad, juega un papel el Equipo de Oncología, al otro lado está el niño o el adolescente, sus padres y su familia; dependerá de los recursos personales que tengan el manejo de la ansiedad inicial, dependerá de sus fortalezas como personas y también de la fortaleza familiar el que la adaptación a esta nueva realidad sea con un mayor o menor coste, porque este tsunami que les ha venido encima fortalecerá o debilitará los lazos afectivos de los padres como pareja y los lazos entre los hermanos y si son capaces de sacar lo mejor de cada uno construirán una nueva normalidad sobre una situación extraordinariamente anormal, descubrirán cualidades insospechadas en el niño o adolescente y en cada uno de los miembros de la familia, madurez, solidaridad, sensibilidad… Poco a poco la vida del niño y de la familia se irá normalizando y ese será un nuevo reto para todos: tratar de llevar una vida normal. De alguna manera el cáncer pasa a convertirse en muchos casos en una enfermedad crónica con la que hay que convivir.
Por último quiero mencionar el Manifiesto que con motivo de este día se ha redactado y cuyo lema es: “Tu ayuda tiene Poderes Mágicos”, y compartir mi alegría porque preparando este artículo leo en la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que se “ha establecido la posibilidad de que los pacientes ingresados en UCIs pediátricas puedan estar junto a sus padres las 24 horas, y ha ampliado hasta los 18 años la edad en la que los pacientes pueden ser atendidos en Unidades de Oncología Pediátrica”.
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