La figura de la nodriza pagada (mujer que amamanta a un niño que no es su hijo a cambio de dinero) aparece en textos muy antiguos, ya Sorano de Efeso (médico en los siglos I-II d. C.) escribe en su obra “Gynaecia” de la elección de nodriza: “de edad no inferior a 20 años y superior a los 40, sana, vigorosa, de complexión corporal regular, de buen color, de senos bien formados”. Las damas romanas solían entregar a sus hijos recién nacidos a amas de cría. En Egipto gozaban de gran prestigio, los hijos del Faraón eran criados habitualmente por nodrizas, siendo los hijos naturales de ésta “hermanos de leche” del Faraón y tenidos en gran consideración. Sin embargo el cristianismo criminaliza el abandono de niños, el infanticidio y tampoco ve bien el amamantar a los hijos por madres que no fueran cristianas; San Agustín, por ejemplo, recomendaba que los bebés cristianos no fueran amamantados por amas paganas o que sus madres se atuvieran a las consecuencias cuando sus hijos fueran mayores.
La Iglesia Católica, en el siglo XV, añadió una nueva restricción consistente en no poder emplear los servicios de una nodriza de una religión distinta de la propia “si somos ynformados que algunas judias mujeres crian hijos de cristianos y algunas cristianas hijos de judios y se les da leche y mantenimiento…. de los que asi fazen e por tanto aproban la santa signodo ponemos seña descomunion.”
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