Empieza el curso en la escuela infantil

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Como cada año, al llegar septiembre, hablamos de la vuelta al cole. Para la mayoría empieza un curso más, el mismo cole, los mismos amigos, quizás un nuevo maestro, pero la adaptación suele ser fácil, tanto para los niños como para los padres, que véis aliviados como toda la familia inicia de nuevo la rutina escolar.

Muy diferente es la entrada de los más pequeños, al cole o a la escuela infantil, por primera vez. Los dos casos tienen mucho en común, miedos a como se adaptará, qué maestro o cuidador le tocará, si se pondrá muchas veces malito…pero también hay diferencias: cuando un niño se escolariza en el cole a los 3 años, los padres pensamos “ya le toca”, no hemos tenido dudas; sin embargo tomar la decisión de llevar nuestro hijo a la escuela infantil es otra cosa, no es fácil.
Primero está la decisión de a qué edad escolarizar, después empezó la búsqueda de la escuela infantil y ahora que ya tenemos fijada la fecha de entrada surgen todavía las dudas, “si ya se ha puesto enfermo antes de empezar qué año nos espera”, “¿no será muy pequeño para llevarlo?”, “¿le podemos vacunar contra el neumococo que no la lleva puesta y va a empezar la guardería?”, “en su cole al tercer día ya empiezan horario completo, ¿no es muy pronto?”, son muchas preguntas estos días en la consulta, que ponen de manifiesto la inseguridad que sienten los padres ante la salida al mundo de su pequeño.

El mensaje que les transmito es que han tomado la decisión de escolarizarlo como la mejor opción de las posibles, por el buen engranaje de las necesidades de la familia y si la decisión esta tomada, seamos consecuentes y ahora lo que toca no son las dudas, toca vivir la adaptación de la mejor manera posible, porque toda la familia la vive.
El segundo mensaje es que no lo dejan en cualquier sitio con personas desconocidas, no!, va a acudir a una escuela infantil, con unos profesionales competentes que facilitaran la adaptación, que confíen en ellos y se dejen asesorar.

Serán unos días de llantos, más pegados a la mamá y al papá, inquietos, a veces rabiosos, problemas en el sueño, menos apetito… síntomas que traducen que se está enterando de la situación, que no le gusta el cambio y tiene todo el derecho a manifestarlo.
Es importante que el niño perciba seguridad y sonrisas en los padres a la hora de dejarlo, con despedidas sin mentiras, ni al descuido y que al recogerlo lleguéis sin prisas, que vea que habláis alegres con su educador.

Pasarán los días y veréis que cambiará su carita al llegar a la escuela, que entrará contento y se lanzará a los brazos de su educador, que irá aprendiendo hábitos, a relacionarse con sus iguales, a conocer a muchos papás y mamás, a cantar y a contar historias, a comer como un mayor, a jugar de muchas maneras, aprenderá a ver el mundo… y también vosotros aprenderéis, sobre todo de la infancia, de las etapas que van atravesando los más pequeños, el proceso de control de esfínteres, conoceréis otras familias y otras formas de educar… en definitiva la escuela infantil os brinda la oportunidad de ayudar a crecer a vuestro hijo.

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