Las proteínas en nuestra alimentación

Siguiendo este repaso a nuestra alimentación a la luz que nos proporciona la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, nuestra cultura mediterránea y el sentido común, es aconsejable que nuestro plato se asemeje a la distribución de la imagen:
Hemos hablado de las grasas, que se distribuyen en muchos de los alimentos, y de los aceites en particular.

Hoy, para esta cuarta parte de nuestro plato elegiremos una fuente saludable de proteínas: pescado, pollo o aves de corral, huevos, legumbres, nueces y otros frutos secos…limitando la carne roja, cerdo o cordero y evitando carnes procesadas como las salchichas, tocino, embutidos, etc.

Proteína animal y proteína vegetal probablemente tengan los mismos efectos sobre la salud, pero es diferente lo que acompaña a la proteína, y me explico: entre comer la misma cantidad de salmón que de bistec, optar por el salmón será más saludable pues, aportando prácticamente la misma cantidad de proteína, el salmón aporta menos grasa total y menos grasa saturada; y no digamos nada si comparamos la carne con las lentejas, que aportan proteínas y apenas grasa.
Y siguiendo con la importancia que tiene las grasas que acompañan a la proteína habría que hablar de las grasas omega-3, que tanta publicidad tienen. ¿Qué son las grasas omega-3?: son grasas esenciales, es decir, el cuerpo no puede fabricarlas a partir de otras grasas por lo que debemos obtenerlas de los alimentos. Forman parte de nuestras células y son necesarias en multitud de funciones que tienen que ver con la protección cardiovascular entre otras. Dada la importancia y los beneficios de los ácidos grasos omega-3, es importante comer pescado o mariscos (ricos en omega-3) una a dos veces por semana, especialmente los pescados grasos (de carne oscura como el salmón y el atún). Otras fuentes de omega-3 son los frutos secos (especialmente las nueces) o las hortalizas de hoja.

En cuanto al controvertido tema de…¿cuántos huevos a la semana?, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard dice que para la mayoría de la gente un huevo al día está bien y, por ejemplo, los diabéticos deben limitar el consumo de yemas de huevo a 3 a la semana, pero no limitan el consumo de claras.

Las grasas en nuestra alimentación: el aceite

Si hablamos de grasas en nuestra alimentación pensamos en los aceites, y es que el aceite es un 99,9% grasa. Pero las grasas también se encuentran en cantidad y características variables en muchos alimentos vegetales y animales: pulpas de frutas, nueces (un 52%), cacahuetes (49%), carne de cerdo (25%), leche entera (3,6%) o huevo entero (11%).

En cuanto al aceite de oliva es de sobra conocido que se trata de un alimento saludable, encontrando en el mercado distintas calidades:
Vírgenes
Refinados
Puros de oliva
De orujo de aceituna
Refinados de orujo de aceituna

¿Qué los distingue?:

Los aceites Vírgenes son obtenidos únicamente por procedimientos mecánicos o por otros procedimientos físicos en condiciones, especialmente térmicas, que no produzcan la alteración del aceite, que no hayan tenido más tratamiento que el lavado, la decantación, la centrifugación y el filtrado y pueden ser, dependiendo de la acidez en ácido oleico: 1.- Virgen Extra (máximo 0,8 g./100 g.) que tienen excelente sabor, 2.- Virgen (máximo 2 g./100 g.) que tienen también excelente sabor y 3.-Virgen Corriente (máximo 3,3 g./100 g.) que tienen buen sabor.

Los Refinados se obtienen por proceso de refinación a partir de aceites de oliva vírgenes.

Los Puros de oliva son una mezcla de virgen y refinado.

Los de orujo de aceituna se obtienen por tratamiento de orujo de aceituna con disolventes.

Los Refinados de orujo de aceituna son el producto de la refinación de aceites de orujo de aceituna.

Y a los restos se da un uso industrial.

Pero hay que hablar de otros aceites vegetales dado que forman parte de la industria alimentaria, por ejemplo la manteca de cacao es una grasa vegetal extraída de las semillas del cacaotal y se utiliza sobre todo en la industria del chocolate. Otro ejemplo es el aceite de coco o de palma, que no se obtienen de semilla sino de la pulpa y no son aceites saludables pero se emplean en la confecciones de pasteles, bizcochos o margarinas (aunque en éstas predomina la lecitina extraída de la soja). Por último una mención al aceite de soja pues domina el mercado mundial: se obtiene de la semilla de la soja y es el aceite que suele usarse en mahonesas, margarinas o salsas para ensaladas. Sería importante que en el etiquetado de un producto, en vez del paraguas de aceites vegetales, se especificara qué tipo de aceites vegetales contiene, nuestra salud está en juego.

Las grasas en nuestra alimentación

El pasado 7 de febrero os hablaba en la entrada titulada “De la pirámide al plato” de la nueva imagen que en el tema de alimentación se impone y os mostraba la que aparece en la web de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvardhealthy-eating-plate

Pues bien, he hecho una adaptación (el dibujo que encabeza esta entrada) y hoy voy a hablaros de “Las grasas”.

Durante unos años las grasas en la dieta estaban “mal vistas”, sin embargo los conocimientos científicos en los últimos años avalan que lo realmente importante es el total de calorías de nuestra dieta y el tipo de grasa que comemos y no tanto el porcentaje de calorías en forma de grasa que ingerimos. Por tanto queda claro que las grasas forman parte de una alimentación sana.
En los países pobres las grasas son sólo un 10% de la energía que sus habitantes ingieren, mientras que en los países ricos hasta el 40-45 % de las necesidades energéticas las proporcionan las materias grasas.

Lo que nos interesa de las grasas es saber si son de las que aumentan las lipoproteínas LDL («colesterol malo») o de las que aumentan las HDL («colesterol bueno»). Antes las clasificábamos en saturadas (malas) e insaturadas (se suponían que todas buenas). Pero ahora las insaturadas se clasifican en malas (tipo “trans”) porque aumentan las LDL y disminuyen el HDL y buenas (tipo “cis”).
Hay consenso científico unánime en que las grasas tipo “trans”, también llamadas hidrogenadas, provocan aterosclerosis. También hay consenso en que para la mayoría de la gente la cantidad de colesterol ingerido tiene poca repercusión en sus niveles de colesterol, sólo un pequeño porcentaje de población son “respondedores” y sus niveles de colesterol en sangre varían según el colesterol que toman en su dieta.

Continuará.

Hidratar la piel del niño atópico

Hablaba el pasado día 27 de febrero del tratamiento general de la dermatitis atópica. Después del baño o ducha es necesario hidratar con la piel ligeramente húmeda.
Si la piel está muy seca se recomienda hidratar con otras aplicaciones extra, fuera de los momentos del baño o la ducha, al menos dos veces al día y en los momentos de normalidad una sola vez al día.
Se deben emplear en piel sana y no sobre la piel con eczema, es decir, se pondrán fuera de los brotes, cuando esté controlada la dermatitis.
En cuanto a los productos para hidratar son muchos los que hay en el mercado, así que vamos a poner un poco de orden:
Las hidratantes o emolientes son productos que favorecen la retención de agua en la piel y la mantiene hidratada. Contienen vaselina, lanolina, aceite de almendras, ácido linoleico y otros. Todos son eficaces en cuanto a su poder de hidratación.
Podemos separar dos grandes grupos:

1. Un grupo denominado o/w (oil in water), es decir, son emulsiones de aceite en agua. Son muy agradables para el niño ya que no dejan sensación grasa en la piel, pero su acción es fugaz.
A este grupo pertenecen:
* Cremas: Es una mezcla de sustancias grasas disueltas en agua con consistencia algo espesa.
* Lociones: se trata de una disolución de polvo en agua.
* Leches: es una mezcla de aceite y agua en la que predomina la proporción de agua y tiene un alto poder hidratante.

2. Otro grupo denominado w/o y a este grupo pertenecen:
* Pomadas: mezcla de agua y grasas con mayor proporción de grasas. Indicada en lesiones secas y zonas de piel gruesas como palmas, plantas, codos y rodillas.
* Ungüentos
* Aceites: se puede usar en el agua de baño o aplicar directamente sobre la piel húmeda después del baño. Deja la piel muy bien hidratada y está indicado cuando la piel está muy seca.
Este grupo tiene una acción más prolongada.

Todos estos excipientes pueden o no contener productos activos que aumenten su capacidad de hidratación, por ejemplo la urea. Y, claro está, sin perfumes ni conservantes.

Y por último el denominado “baño coloidal”: consiste en la utilización en el agua de baño de productos que captan las moléculas del agua y las fijan a la piel. Son efectivos pero no es aconsejable su uso diario, sólo en periodos cortos de tiempo hasta que mejore la hidratación y se pueden usar en caso de lesiones agudas y subagudas.

Con todos estos productos se intenta hacer la vida más agradable al niño, y a pesar de que se trata de buenos productos la realidad es que la respuesta es individual. Es importante también el precio, por ejemplo la vaselina es barata y así aseguramos la aplicación en la cantidad y frecuencia deseadas. Y es importante la constancia, pues la aplicación continuada reduce significativamente las recaídas. En el caso de producirse hay que volver al tratamiento con corticoides o inmunomoduladores tópicos en la región afectada para conseguir el control de la inflamación y reanudar el tratamiento de mantenimiento.

Tratamiento general de la dermatitis atópica

La Dermatitis Atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta como eccema, con mucho picor, y cursa en brotes.
Se presenta sobre todo en niños que tienen una predisposición genética o con antecedentes personales o familiares de asma, rinitis alérgica y alergia alimentaria.
En España afecta entre un 6 a un 15% de niños y son muchas las consultas que en invierno se hacen al empeorar por el frío; hoy voy a hablar sólo de su tratamiento general.

1. Normas generales del cuidado de la piel
Influye el clima: con el frío seco la piel del niño se deshidrata, por tanto en invierno empeora. En verano la mayoría de los niños mejoran, sobre todo los que se bañan en el mar. Como cualquier niño deben usar cremas protectoras solares y aclararse con agua después del baño e hidratar la piel. ¿Cuál es el clima ideal para el niño de piel atópica?, un clima de temperatura suave con una humedad media-alta, sin contaminación ambiental.
En cuanto a la casa, la mejor calefacción es la de radiadores de agua y si se usa otro tipo de calor que seque más el ambiente se deben usar humidificadores caseros, aconsejo por ejemplo recipientes de barro llenos de agua cerca del foco de calor.
En cuanto a la higiene, se recomienda el baño o ducha de unos 5 minutos de duración, a una temperatura tibia de unos 33 grados y usar poco jabón de pH ácido o neutro. Después del baño secar suavemente sin frotar, sólo presionando con la toalla (a ser posible de algodón fino) y después hidratar con la piel ligeramente húmeda.
Se recomienda llevar ropa amplia de algodón o tejidos naturales, no lana directamente sobre la piel y no llevar etiquetas que puedan rozar la piel. La ropa debe lavarse con detergentes suaves y poca ropa para que pueda aclararse bien y no usar suavizantes.
En cuanto a los productos para hidratar se recomiendan usarlos dos veces al día y en los momentos de normalidad una sola vez al día.

2. Medidas generales para el control del prurito
El prurito desaparece cuando el brote está controlado, por tanto todas las medidas comentadas de cuidados generales de piel, del baño, la temperatura del domicilio, la ropa… contribuyen al control del picor. Pero además será necesario a veces añadir un antihistamínico por boca para controlarlo. Los niños deben tener también las uñas bien cortadas para evitar en lo posible las lesiones de rascado y la sobreinfección de la piel.

3.- Alimentación
La alimentación ha de ser la normal para la edad del niño. Sólo si existe una alergia alimentaria comprobada se excluirá dicho alimento. La prescripción de leches especiales (de soja, hidrolizadas, etc) no tiene razón de ser salvo si se ha demostrado una sensibilización a las proteínas de leche de vaca.

4.- Otras medidas
Algunos niños con dermatitis atópica tienen asociada una enfermedad respiratoria, por ejemplo el asma, en ese caso pueden ser necesarias otras medidas dependiendo de si hay alergenos que lo provoquen, como limpieza rigurosa de la casa o eliminación de peluches en el caso de ácaros, o si hay alergia a pelo de animales podría ser necesario evitar mascotas.
También en algunos casos puede ser necesario apoyo psicológico al niño y a su familia como en toda enfermedad crónica y también por las características de la propia enfermedad: por un lado por el prurito que puede ser muy intenso, otras veces por el aspecto de la piel que les hace, a ciertas edades, sentir vergüenza; en casa hay también un aumento de la dedicación a ese hijo, más preocupación, más consultas al médico e incluso más gasto económico.