IDENTIDAD DE GENERO Y ORIENTACION SEXUAL


Hoy en el suplemento de salud del periódico Información la Dra. M. Mar Clavera Roger, Psiquiatra infantojuvenil, publica este interesante artículo que difundo con su permiso.


Abordo hoy un tema muy espinoso que está de plena actualidad y sobre el que hay posturas muy polarizadas , desde las más negacionistas a las más liberalizadoras. Así que, aún venciendo mi resistencia inicial, he preferido tocarlo porque creo que probablemente a muchos padres les vendrá bien si consigo aclararles algunos conceptos.

Los que nos dedicamos a la Salud Mental Infantojuvenil estamos sensibilizados con el tema, pues recibimos, cada vez más a menudo, pacientes con sintomatología ansioso-depresiva, autolesiones e incluso intentos de suicidio cuyo origen está en el desconcierto o el rechazo (propio y/o de su medio sociofamiliar) bien por su identidad, bien por su orientación sexual.
Los pediatras también viven con incertidumbre las consultas que reciben sobre esto, pues las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos y es difícil formar criterio para poder orientar luego el caso.

Hoy me centraré en la Identidad de género, ya que debuta en la edad pediátrica.
La Orientación sexual , es decir la capacidad de sentir atracción sexual por personas del género opuesto o del mismo, suele desarrollarse ya más bien a partir de la pubertad.
La Identidad Sexual refleja cómo se ve la persona a sí misma, ya sea masculina, femenina o alguna otra cosa ( a veces llamada como sexualidad periférica o queer en inglés).
El año pasado la Asociación Americana de Psiquiatría sustituyó en su Manual de Enfermedades Mentales DSM el Trastorno de Identidad Sexual por el término Disforia de género. Por tanto ya no se considera que se trate de un Trastorno Mental , sino de una posible sensación de incomodidad que puede ocurrir cuando el sexo biológico de un niño/a no coincide con su identidad sexual, entendida como el sentimiento intimo de pertenecer al sexo opuesto.

Cómo se manifiesta
1. Prefieren vestirse como el otro sexo
2. Insisten en que pertenecen al otro sexo
3. Desean despertarse perteneciendo al otro sexo
4. Prefieren participar en juegos y actividades estereotípicos del otro sexo
5. Tienen sentimientos negativos sobre sus genitales
Estas vivencias inquietantes sobre el propio cuerpo suelen aparecer desde los primeros años, se manifiestan más claramente a partir de los 7 u 8, y tienen un pico importante de malestar en la pubertad, a medida que se va produciendo la diferenciación sexual . Son persistentes en el tiempo, por supuesto no temporales ni sujetas a por ejemplo, modas en juegos o vestimenta. Sobre el origen del cuadro se habla de posible influencia de factores hormonales intraútero, genéticos o incluso sociales, pero no hay nada concluyente a día de hoy.

Existe la percepción de que los casos de disforia de genero están aumentando mucho, aunque lo más probable es que sencillamente ahora afloren más fácilmente, al haberse creado un estado de opinión menos estigmatizador . Yo lo equiparo en cierto modo a lo que ocurrió hace unas décadas con la homosexualidad.

Mis recomendaciones a los padres que observen en sus hijos conductas sugestivas de que no se identifican con su sexo biológico , sea cual sea su edad, serían:
1. No tener una respuesta punitiva de entrada. En ningún caso se ha descrito que un niño/a busque así llamar la atención de sus padres, ni mucho menos provocarles o enfadarles.
2. Mantener una actitud expectante, no fomentar las conductas sugestivas de la disforia pero tampoco negar que existen.
3. No distanciarse afectivamente del niño/a, por más que se tenga que luchar contra miedos y prejuicios personales.
4. Comentarlo con el pediatra, es el profesional más indicado para valorar y orientar cada situación.
5. Nunca permitir que se frivolice con el tema. Su hijo/a necesitará en todo momento de unos padres fuertes y capaces de darle todo su apoyo emocional. Está demostrado que esto es siempre un importante factor de protección para preservar su salud mental ante los innumerables retos que tendrá que afrontar.

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