2 respuestas a «en el centenario de Miguel Hernández»

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  2. Yo también quiero unirme a este pequeño homenaje que haces a Miguel Hernández; y para ello, me gustaría escribir dos de sus poemas, el primero de ellos escrito cuando era niño.

    EN CUCLILLAS, ORDEÑO

    En cuclillas, ordeño
    una cabrita y un sueño.

    Glú, glú, glú,
    hace la leche al caer
    en el cubo. En el tisú
    celeste va a amanecer.
    Glú, glú, glú. Se infla la espuma,
    que exhala
    una finísima bruma.
    (Me lame otra cabra, y bala.)

    En cuclillas, ordeño
    una cabrita y un sueño.

    EL SILBO DE LAS LIGADURAS

    ¿Cuándo aceptarás, yegua,
    el rigor de la rienda?

    ¿Cuándo, pájaro pinto,
    a picotazo limpio
    romperás tiranías
    de jaulas y de ligas,
    que te hacen imposibles
    los vuelos más insignes
    y el árbol más oculto
    para el amor más puro?

    ¿Cuándo serás, cometa,
    para función de estrella,
    libre por fin del hilo
    cruel de otro albedrío?

    ¿Cuándo dejarás, árbol,
    de sostener, buey manso,
    el yugo que te imponen
    climas, raíces, hombres,
    para crecer atento
    sólo al silbo del cielo?

    ¿Cuándo, pájaro, yegua,
    cuándo, cuándo, cometa?
    ¡Ay!, ¿cuándo, cuándo, árbol?
    ¡Ay!, ¿cuándo, cuándo, cuándo?

    Cuando mi cuerpo vague,
    ¡Ay!, asunto ya del aire.

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