Hoy en el Suplemento de Salud del periódico Información publico este artículo
El pasado día 8 de octubre celebramos, por segunda vez en nuestro país, el Día Nacional de la Pediatría, una iniciativa, de carácter anual, que la Asociación Española de Pediatría alentó para hacer presente el papel de nuestra especialidad, el de sus profesionales y por la necesidad de mantener la calidad de la atención pediátrica como garante de la mejor salud infantil.
En nuestra provincia lo celebramos en el Hospital General Universitario de Alicante, dónde el Servicio de Pediatría convocó a toda la pediatría alicantina, pública y privada, en una jornada científica pero también festiva, en la que se homenajeó a un compañero muy querido, el Dr. Jose Mª Paricio, conocido sobre todo por su apoyo a la lactancia materna, a las madres que desean amamantar, a la humanización del hospital, un pediatra ejemplar por su trayectoria científica, su humanismo y su forma de ejercer la pediatría.
Para esta segunda edición el Día de la Pediatría ha tenido por lema: “Especialidades pediátricas: (re)conócelas”, poniendo la mirada en la necesidad de legislar y reconocer las especialidades pediátricas, que son la garantía de la excelente calidad asistencial que se proporciona a los niños en nuestro país. Nadie duda de la calidad de los especialistas de adultos, pero para adultos, porque si nace un niño con una cardiopatía debe verlo un cardiólogo infantil y lo mismo podemos decir del resto de las especialidades; tienen una formación pediátrica y sobre esa base la formación en endocrinología, nefrología, gastroenterología, etc. esa formación es la garantía de calidad de la mejor asistencia a nuestros niños y adolescentes.
Lo sabemos y damos por hecho que si nuestro hijo tiene un problema será atendido por el especialista de pediatría que corresponda y así es, allí estará, aunque no estén reconocidos, pero hay que exigirlo para no volver atrás, porque un niño no es un adulto pequeño.
También en Atención Primaria seguimos denunciando, un año más, el déficit de pediatras, que sigue sin subsanarse. Las escasas plazas anuales que se convocan de MIR de Pediatría cubren el relevo generacional de los pediatras hospitalarios pero son pocos los que optan a una plaza en un Centro de Salud por lo que no hay recambio generacional en Primaria y en ese vacío las plazas sigue cubriéndose por médicos de familia, en un viraje lento y solapado hacia el modelo inglés, en el que el niño, como el resto de la familia, es atendido por el médico de familia.
Sí, las administraciones sanitarias escuchan poco a los pediatras. A través de los Comités Asesores o de las Asociaciones aportamos los conocimientos científicos y líneas de mejora de la atención pediátrica a los que se hacen oídos sordos, por eso tiene sentido el Día de la Pediatría, pues creemos necesario llamar la atención de las administraciones sanitarias, profesionales sanitarios y población en general, y que tomemos conciencia sobre el valor de la Pediatría y de su aportación al mejor cuidado de la salud del niño y del adolescente. Defendemos una atención pediátrica de calidad y defendemos el modelo español de asistencia pediátrica.