El pasado sábado se publicaba este artículo en las páginas del periódico Información. Su autora es Laura Polonio, Residente de Pediatría del Hospital General Universitario de Elda, actualmente realizando el rotatorio por Atención Primaria en nuestro Centro de Salud. ¡Gracias Laura!
Como cada año, cuando desempolvamos los abrigos, empezamos a pensar en la nieve y las fiestas navideñas. Pensamos en lo felices que son nuestros hijos durante la temporada invernal, pero también aflora, cada año, la misma preocupación: La gripe y si debemos, o no, vacunar a los más pequeños de la
casa.
El virus de la gripe causa una enfermedad respiratoria que, en el niño sano, no se diferencia mucho del resto de resfriados que pasará a lo largo del invierno. Son característicos, la fiebre, la tos, el dolor de garganta, la mucosidad y, en algunos casos, la sensación de dificultad al respirar. Puede acompañarse de dolores musculares y articulares, dolor de cabeza, vómitos y diarrea. Aunque suena aparatoso, en un niño sano, lo habitual es que tras unos días ceda la fiebre y éste mejore progresivamente, desapareciendo los síntomas en 1 o 2 semanas.
No obstante, hay personas que por determinadas circunstancias o por su enfermedad de base, tienen más riesgo de sufrir formas complicadas y más graves de la gripe, o sufrir una desestabilización de su enfermedad de base, lo que comporta un aumento de la mortalidad. Estas personas son las que denominamos “Grupo de riesgo” y son quienes se benefician al máximo de la vacuna anual contra la gripe. Por ese motivo el comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría, cada año, antes de la temporada gripal, emite sus recomendaciones sobre la vacunación frente al virus en la infancia y la adolescencia.
En esta campaña 2018-2019 se recomienda vacunar a los niños mayores de 6 meses y adolescentes con circunstancias o enfermedades de base entre las que se incluyen la enfermedad celíaca, la fístula de líquido cefalorraquídeo y aquellos que reciban tratamiento con eculizumab (como novedad). Asimismo, se mantiene la recomendación a aquellos que padezcan enfermedad respiratoria crónica o patología cardiovascular grave, entre otras. También se recomienda la vacunación a aquellos niños mayores de 6 meses, adolescentes o adultos sanos que convivan o sean cuidadores de personas pertenecientes a estos grupos de riesgo. Se destaca también la importancia de la vacunación en la embarazada, por el aumento de riesgo de formas graves de la enfermedad durante la gestación y también para proteger al futuro bebé durante sus primeros meses de vida. (El pediatra de su hijo es conocedor de dichas recomendaciones).
Aunque se trata de una vacuna segura, no debe administrarse en menores de 6 meses de edad. Tampoco si el niño ha padecido una reacción anafiláctica o una reacción alérgica grave tras la administración de una dosis previa de la vacuna o tras el contacto con alguno de los componentes de la misma.
Y ¿si mi hijo es alérgico al huevo?
La alergia al huevo, actualmente no es una contraindicación para la vacunación antigripal puesto que, aunque estas vacunas proceden de cultivos en huevos de gallina, contienen mínimas cantidades de huevo y es muy poco probable que se produzca una reacción alérgica tras la vacunación.
El virus de la gripe nos acompañará durante los próximos meses. Una correcta vacunación impedirá que sea el protagonista de las fiestas.