Su salida al mundo

Para continuar recopilo lo escrito acerca del periodo de adaptación:

La entrada en la escuela infantil por primera vez supone un cambio muy importante para el niño, es su salida al mundo, deja las relaciones familiares y unos espacios que conoce, donde se siente seguro, para encontrarse en otro espacio, con adultos desconocidos y con otros niños. Se siente solo, abandonado, con miedo.
 Para los padres tampoco es fácil, a veces si coincide con la incorporación de la madre al trabajo, tras la baja maternal, la separación es más difícil y supone mucha angustia dejar al niñ@ en la escuela infantil. 
Y por otro lado está la escuela, los educadores y educadoras que también han de adaptarse al niño y a su familia.

Ahora responderé a una serie de preguntas: ¿Qué podemos ir haciendo para facilitar la adaptación?, ¿Qué podemos hacer llegado el momento?, ¿Qué suele ocurrir a lo largo del periodo de adaptación?, ¿Qué supone para el niño la adaptación a la escuela infantil?.

1.- ¿Qué podemos ir haciendo para facilitar la adaptación?. Salvo en los bebés, es aconsejable:
* Que paseéis por la escuela, se la enseñéis, le vayáis hablando de lo bonita que es….si es posible entrar a verla y que la conozca.
* En casa preparad su bolsa o su mochila con lo que se va a llevar, y jugáis a prepararla, unas veces se querrá llevar una foto, un peluche, su juguete favorito…luego lo saca…al día siguiente vuelve a meterlo…y así nos estamos preparando para su salida. Siempre le hablaremos de los amigos, lo chulo del cole, con seguridad, no intentando convencerle y convencernos, simplemente ilusionándole.
* Si hasta ahora siempre ha estado con vosotros podéis dejarlo un rato con la abuela, un familiar, unos amigos, luego una tarde entera.
* Planificar con la escuela cómo realizar la adaptación; muchas tienen un modelo adecuado a la edad del niño que suele pasar por la incorporación progresiva: unos primeros días en los que se quedará pocas horas e ir aumentando el tiempo de permanencia en la escuela infantil.

2.- ¿Qué podemos hacer llegado el momento?:
* No tengáis prisa por la mañana. Aconsejo, si es posible, dejad unos días de vacaciones para la adaptación, eso facilitará que os levantéis tranquilamente y le lleváis al cole con alegría…y así podréis ir también a recogerl@, con disponibilidad de horario para su incorporación progresiva. Ésto le dará seguridad.
* Seguid las pautas que os marquen en la escuela pero seguro que también os advierten que os despidáis de él/ella, no os vayáis a escondidas, pero tampoco alargando la despedida porque vuestra angustia no os permite la separación. Tampoco entregadle con un “aquí te lo dejo”, por prisas o “porque no quiero verlo llorar”. Haced la despedida sin mentiras, con seguridad y alegría.
* Y al recogerl@ todas las muestras de cariño del mundo y permaneced un rato allí, hablad con la educadora con una sonrisa, que os vea y os sienta feliz.
* Luego a lo largo de la tarde hablad del cole, jugad.
* Y así sucesivamente a lo largo de los próximos días.
* Confiad en el equipo, hablad con los profesionales del Centro sobre dudas, cambios observados en él/ella.

Mi hij@ va a la escuela infantil

En estas fechas creo interesante recopilar lo escrito acerca de la entrada en la escuela infantil, el periodo de adaptación, porque sois muchos los que lo estáis “sufriendo”.
Para empezar:

Para la mayoría de los padres no es fácil la decisión de llevar a la escuela infantil a su hij@.
 Aún cuando los padres ya tenéis la decisión tomada como la mejor solución, persisten dudas, contradicciones, aparece la angustia que conlleva la primera separación, la culpa…

Empezamos con la adaptación, los llantos…y cuando parece atenuarse esta pesada carga emocional aparece la primera enfermedad: cualquier proceso febril, un catarro… y de nuevo se desata la duda: “¿hemos hecho bien en escolarizarlo?”, “¿no será muy pequeño?”, “¿vamos a estar todo el invierno así?”, preguntas que se trasladan de la casa a la consulta del pediatra.
 Desde el respeto a la decisión que los padres habéis tomado de escolarizar a vuestro hijo, mi posición es la de acompañaros en el periodo de adaptación, posibilitando un espacio y un tiempo donde sacar vuestra angustia, las dudas.

Es necesario que sepáis que los niños pequeños son más vulnerables a las infecciones dado que su sistema inmunitario (de defensa frente a los gérmenes) es inmaduro y, además, por el contacto estrecho entre los niños se facilita la transmisión de enfermedades infecciosas. El niño en su primer año de escolarización va a sufrir el bombardeo de gran cantidad de gérmenes (en su mayoría virus) pero la gran mayoría de estas enfermedades serán procesos banales, sobre todo catarros de vías altas.
 Insisto también en que respetéis las normas sanitarias de la escuela infantil, pues así protegéis a vuestro hijo; en el caso de que ambos trabajéis debéis tener una solución buscada (abuelos, canguro…) para esa mañana que amanece el niño con fiebre y no lo váis a llevar. Respetar las normas sanitarias no es sólo pensando en que se expone a los demás niños al contagio, sino porque vuestro hijo precisará unos cuidados que la escuela infantil no puede ofrecerle.

El primer año que el niño asiste a la escuela infantil presentará un número variable de infecciones (generalmente más de 8 ) pero la impresión de padres y pediatras es que sumará un proceso tras otro a lo largo de ese primer otoño-invierno que acude a la escuela.
 Es lógica por tanto vuestra preocupación e incluso a veces se plantea si tantas infecciones son el inicio de una enfermedad crónica o puedan ser la manifestación de una alteración de su sistema de defensas… pero en realidad es la expresión del proceso normal de maduración del sistema inmunológico.
 La mayoría de las infecciones serán catarros de vías altas, una media de 8-10 al año y dado que durante algunos meses del año estas infecciones están prácticamente ausentes, la incidencia se acerca a dos cuadros por mes. A esto hay que añadirle la duración de los mismos: unos 7 días, aunque la tos y el moco pueden persistir unos días más. Como el periodo de incubación del resfriado común es corto, sólo 2-4 días, si terminando el proceso está en contacto con otra fuente de infección (otro niño con otro virus) es probable que el final de su catarro se solape con el inicio del siguiente. El intervalo libre de enfermedad es, en estas condiciones, difícil de apreciar.
 Suelo deciros que observéis si cuando ya va estando mejor del catarro (aunque todavía tenga moco y tos) inicia estornudos, ojos llorosos, moco “como agua”, transparente, está más molesto y a veces también con fiebre… es el inicio de un nuevo proceso y por tanto empezamos a contar de nuevo los días de evolución de este catarro: otros 7-10 días.

Pero otras infecciones también son más frecuentes en los niños que asisten a la escuela infantil, por ejemplo existe una asociación clara entre la asistencia a guarderías y el riesgo de presentar otitis media aguda. Ese riesgo es asumible en niños previamente sanos y sin problemas asociados a nivel otológico (otitis previas o hipoacusia); pero en el caso de niños con complicaciones de oído, con convulsiones febriles o problemas cardiorrespiratorios el riesgo puede tener cierta repercusión y condicionar la decisión familiar.

El regreso al cole

Se acerca el regreso al cole; padres, madres e hijos ya tenéis ganas de volver a la normalidad, al orden que un horario escolar impone.
Dejando a un lado el inicio de la escolarización, los que se incorporan por primera vez a la escuela infantil, y de los que me ocuparé otro día, ¿qué consejos podemos dar como pediatras para una vuelta al cole más saludable?.

No suele plantear ningún problema el regreso de los mayores, salvo si hay cambio de escuela o si es el primer año de instituto; los cambios suponen toda una adaptación que será más o menos fácil dependiendo de la personalidad del niño o adolescente, de si se hace en grupo o es una adaptación en solitario. Es bastante frecuente la consulta, en los primeros meses de curso, de niños con dolores abdominales o vómitos matutinos que son la manifestación del miedo al cambio, a un ambiente nuevo al que se han de adaptar, a crear nuevos amigos, miedo a no ser aceptados. Nuestra actitud ha de ser de mucha tranquilidad, que sepa que entendemos lo que le pasa y estaremos ahí en el proceso de adaptación pero, como suelo decirles a los padres, siempre “empujando hacia afuera”. Si pasados unos días el manejo de la situación lo requiere no dudéis en hablar con su tutor y consultar a vuestro pediatra.

En los más pequeños, que siguen escolarizados en el mismo colegio, debemos ir hablando de la vuelta al cole, ilusionándoles con volver a ver a los amigos, con todo aquello que les gustaba. Si hace falta material escolar saldremos con ellos a comprarlo e iremos preparando días antes su mochila o carrito. Es aconsejable mochila con tirantes anchos y almohadillados y si tiene que llevar mucho peso es mejor la opción del carrito con ruedas.
Si los horarios “de verano” difieren mucho de los del curso escolar, empezaremos progresivamente a adelantar la hora de irse a la cama. Sin embargo es un buen propósito intentar mantener los desayunos tranquilos, que solemos hacer ahora, durante el resto del curso. Y para el recreo vamos a intentar llevar siempre fruta.

Los primeros días deberíamos acompañarles, sobre todo si son pequeños, aunque el resto del curso vayan en transporte escolar.
Recordad que tanto si van al colegio en autobús o en coche deberán llevar siempre el sistema de retención adecuado a su tamaño aunque el trayecto sea corto. Si van a ir caminando solos haremos el trayecto con ellos para recordarles las medidas de seguridad (pasos de peatones, semáforos, etc).

En cuanto a las actividades extraescolares no debemos someter a los niños a horarios maratonianos, es una buena opción practicar un deporte varios días a la semana y así tener tiempo para jugar, para hacer las tareas escolares y preparar el material del día siguiente, la ducha, hacer una cena familiar, sobre todo si comen en el comedor escolar, y hablar de cómo ha ido el día, hablar con ellos…e irse a la cama tranquilamente.

¡Feliz vuelta al cole!

Ahogamientos…empieza el verano!

Día a día van apareciendo en la prensa las sucesivas muertes por ahogamiento en nuestra Comunidad, son ya 19 muertes en playas y piscinas, cifra que ya supera las del año 2010. En el caso de las cuatro muertes contabilizadas en piscinas, tres de ellas se han dado en niños.

En la Unión Europea los ahogamientos son la segunda causa de mortalidad infantil. En España entre 70 y 150 niños mueren cada año ahogados en playas, piscinas, ríos y embalses y en el 86% de los casos se produce en instalaciones privadas. A estos dramáticos datos hay que sumar que muchos supervivientes sufrirán graves secuelas neurológicas.

Por eso todo niño debe saber nadar y además mantenerlos siempre vigilados por un adulto. Todas las piscinas deben tener medidas de protección y seguridad.

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¡Empieza el verano!: Quemaduras solares

Desde que entró el verano llevo bastante hablado acerca de fotoprotección, pero parece que, por mucha concienciación que tengamos, el goteo de consultas por quemaduras es inevitable.

Da la impresión que el conocimiento de los efectos perjudiciales de la radiación solar no modifica como debiera los hábitos de exposición; pero lo mismo podemos decir de otros aspectos de salud: el conocimiento de los efectos perjudiciales del….sedentarismo por ejemplo…tampoco modifica como debiera nuestros hábitos.

Habitualmente el niño que acude por quemadura solar se ha puesto protección pero, o la ha puesto de forma irregular y han quedado zonas sin crema, o ha olvidado administrarla más veces a lo largo del tiempo de exposición o volver a aplicarla tras el baño.

A las 4-6 horas de la exposición solar la zona esta caliente y roja, a veces incluso con ampollas, tiene sensación de quemazón o dolor y en los casos más graves puede tener fiebre, dolor de cabeza, malestar general. Mejora en 3-4 días y suele descamarse la piel.

¿Qué podemos hacer?: Por supuesto lo primero es evitar la radiación solar y aplicar compresas de agua fría. Puede ser necesario aplicar un corticoide tópico.
Como medidas generales hidratarse bien y analgésicos antiinflamatorios como el ibuprofeno vía oral.

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¡Empieza el verano!: Las picaduras

Hoy, en el suplemento de salud del periódico Información, publico: Picaduras de Insectos.

«Con la llegada del verano suele aumentar el número de niños que acuden a consulta por picaduras de insectos, habitualmente mosquitos (orden díptera), avispas y abejas (orden hymenóptera).

La picadura es la lesión que produce el insecto al inyectar un veneno a través del aguijón (avispas y abejas) o bien en lugar de picar muerde (mosquitos).

Todos ellos suelen picar generalmente en zonas descubiertas de la piel. En Europa el mosquito común (cules pipiensis) es el más habitual, solamente las hembras de los mosquitos son hematófagas y tienen unas mandíbulas dentadas y un tubo de succión que permiten su alimentación al extraer sangre, al mismo tiempo inyecta sustancias salivares que son irritantes. Las abejas al picar dejan el aguijón clavado y se autoeviscera en una muerte “suicida”, mientras que las avispas no y pueden picar repetidamente.

Generalmente las molestias son sólo locales, en el lugar de la picadura aparece un habón con más o menos enrojecimiento e hinchazón y mucho picor. Si la picadura se produce en lugares como los párpados, los labios o, como he visto hoy, en el pene, el enrojecimiento e hinchazón puede ser bastante importante ya que se trata de tejidos muy blandos. En el caso de las abejas y avispas hay además dolor; a veces la reacción local es intensa y el edema y enrojecimiento pueden durar varios días, pudiendo ser el inicio de una reacción más grave por lo que deben ser vigiladas.

¿Qué podemos hacer?: Lo más rápido y efectivo es aplicar un cubito de hielo, o bien ir poniendo, si la zona enrojecida es más grande, una toallita empapada en agua muy fría. Puede utilizarse también solución de calamina o un algodón empapado en agua y amoniaco. A veces prescribimos cremas de corticoides, no cremas de antihistamínicos que pueden ser contraproducentes. Sólo en el caso de picaduras múltiples, si el picor es muy importante, añadimos al tratamiento un antihistamínico oral.

Existen personas que son alérgicas a abejas y avispas y pueden sufrir reacciones graves en los minutos posteriores a la picadura del insecto: en este caso habrá dificultad respiratoria, dificultad para tragar, urticaria, mareo, debilidad….es lo que denominamos «shock anafiláctico». Esta situación requiere una actuación urgente: si es la primera vez que le ocurre trasladarlo al centro sanitario más cercano y si ha tenido algún episodio anterior se administrará adrenalina autoinyectable que deberá llevar siempre consigo y los padres o cuidadores deben estar instruidos en su uso.

¿Qué medidas preventivas podemos tomar?: De entrada, en el coche viajar con las ventanillas cerradas. En casa lo mejor es el uso de mosquiteras en las ventanas y/o mosquiteras que envuelvan la cuna o cama. También podemos usar algunos de los productos “antimosquitos” que se conectan a la luz, pero no está clara su efectividad.

Y en los espacios abiertos usar ropa con fibras naturales (algodón, lino) con la mayor superficie corporal cubierta, ligeros, no ajustados y de colores claros (atraen menos a los insectos). Las picaduras de mosquito pueden también evitarse mediante la aplicación de repelentes en la piel o la ropa pero antes de comprarlo hay que asesorarse acerca de los productos menos tóxicos y cada cuántas horas es necesario repetir la aplicación».

El Dr. García Tornel hablaba también, el pasado día 29, de las picaduras y lanzaba la pregunta de qué hacer, añado algo más: aplicar Vicks Vaporub calma mucho el picor, ¡palabra de Jefe de Servicio de Pediatría!.