Faringoamigdalitis

Cuando hablamos de amigdalitis en realidad incluimos un amplio grupo de infecciones de la vía aérea superior, porque no se delimita bien la zona afectada, por eso se utiliza el término faringitis, faringoamigdalitis o amigdalitis. Yo suelo hablar siempre de faringoamigdalitis porque creo que es el término que mejor se adapta a la “delimitación de la zona afectada”, desde luego siempre lo hago en los menores de 3 años y uso el término amigdalitis (= anginas) en niños más mayores.

En cualquier edad, pero sobre todo en los más pequeños, la causa suele ser vírica y por tanto requerirá un tratamiento sintomático.
Sólo aproximadamente en un tercio de los casos, a partir de la edad escolar, las faringoamigdalitis tendrán causa bacteriana y el gérmen más frecuente es el estreptococo beta hemolítico grupo A; el tratamiento, además del sintomático, será también etiológico con penicilina oral durante 10 días para erradicar el germen, o eritromicina en los alérgicos a ésta.

Salvo si tomamos un frotis de la zona y se realiza un cultivo (que tarda unos días y por eso no suele hacerse) o con otra prueba, más rápida, de detección de estreptococo (que tampoco solemos hacer) no sabremos exactamente si la causa es vírica o bacteriana, pero sí hay una serie de síntomas y signos que nos orientan. Por ejemplo, si hay síntomas catarrales, moco, tos…la causa, prácticamente segura, será vírica. Cuando vemos al explorar al niño, sobre todo si ya es escolar, exudados blanquecinos en amígdalas nos orientamos hacia causa bacteriana aunque, en bastantes casos, esas amígdalas (como se ve en la foto) pueden tener un origen vírico también.

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lanteira 2010 231
Antes de entrar en el tratamiento del catarro de vías altas creo necesario hacer un paréntesis y explicar ¿qué es un tratamiento etiológico?,  ¿qué es un tratamiento sintomático?. Es sencillo.

Ante cualquier enfermedad infecciosa (provocada por virus, bacterias, hongos) nos plantearemos poner un tratamiento.
Si el tratamiento se dirige a atacar las causas de la enfermedad hablamos de tratamiento etiológico. Un ejemplo: Bastantes de las amigdalitis pultáceas son causadas por bacterias y disponemos para tratarlas de los antibióticos (anti + biótico) que son sustancias químicas que destruyen a los microorganismos. Otro ejemplo: Algunas de las dermatitis del pañal del lactante están producidas por hongos, que tienen en esa zona húmeda y al amparo del pañal un fácil crecimiento; podemos aplicar un tratamiento etiológico porque disponemos de antimicóticos en crema que destruyen a los hongos o anulan su crecimiento o reproducción.

En el caso de la mayoría de las enfermedades que son producidas por virus nos limitamos a poner un tratamiento sintomático, es decir, un tratamiento que se dirige al alivio de los síntomas. Y así, si hay fiebre podemos dar antitérmicos, si hay dolor analgésicos, si tos muy molesta antitusígenos…
Con el tema de la gripe A, con el que todos hemos aprendido mucho, saltó a la opinión pública el debate del uso de los antivirales fuera del ámbito hospitalario, en el que hasta ese momento estaba restringido su uso. Dados los efectos secundarios de éstos su uso está limitado a enfermedades víricas graves.
Por tanto, en las enfermedades víricas, tan frecuentes en la infancia, sólo aliviamos los síntomas del niño (sólo tratamiento sintomático) y en las enfermedades bacterianas o micóticas pondremos un tratamiento etiológico y, si lo precisa porque tiene fiebre o dolor, también sintomático.

Isabel Rubio