Con este nombre se conoce la deformidad craneal del lactante que aparece en la foto.
En los últimos años se ha incrementado el número de niños con esta deformidad, por lo que hemos recibido unas recomendaciones del Servicio de Neurocirugía Infantil para evitarlas y en las que insistimos en las consultas del Programa de Niño Sano. Este aumento de la frecuencia es debida a querer evitar la posición boca abajo en los lactantes por el temor a la “muerte súbita”. Lo explica muy bien el Dr. García Tornel en una entrada de su blog del pasado 4 de julio, «Dormido boca arriba, despierto boca abajo».
En el niño los huesos craneales son muy blandos, sobre todo el primer año de vida, por tanto si el niño mantiene una misma posición de su cabeza presentará un aplanamiento craneal, no sólo en la zona de apoyo sino en la contralateral.
La deformidad craneal puede llegar a ser importante y verdaderamente antiestética.
Pasado el primer año, cualquier corrección de la deformidad, si fuera significativa, sería tributaria de intervención quirúrgica.
Por último os remito a la página del Programa de Salud Infantil. C. de Salud de Olaguibel donde encontraréis una información más detallada del tema.