Hoy en el suplemento de Salud del periódico Información se ha publicado este artículo escrito por Maria Teresa Marchena Rojas, Residente de Medicina Familiar y Comunitaria, actualmente realizando rotatorio de pediatría conmigo en el Centro de Salud Raval de Elche. ¡Gracias Maite!
Las vacunas son esas herramientas con las que contamos para proteger a nuestros hijos de diversas enfermedades infecciosas, gracias a su composición de microorganismos o partes de ellos. Con esto logramos estimular la formación de anticuerpos (aquello que genera nuestro cuerpo para atacar a los agentes infecciosos) con lo que se consigue una inmunización contra estas enfermedades.
En la actualidad, pocas dudas quedan sobre las recomendaciones de la vacunación por parte del personal sanitario (médicos, pediatras y enfermeras), pero en la sociedad últimamente han surgido los conocidos como “grupos antivacunas”. Por ejemplo, en lo que va de año se han notificado casos de Sarampión, una de las enfermedades cuya incidencia se redujo desde la aparición de las vacunas, en varios países de Europa relacionados en su mayoría con un brote epidémico que comenzó en Rumanía en diciembre del año pasado. En ellos se registraron tasas de vacunación que no alcanzaban el umbral deseable.
Pero hoy no voy a hablar de la vacuna frente al sarampión, sino de otra vacuna de plena actualidad: la vacuna frente al Meningococo B.
La meningitis es una enfermedad importante que consiste en la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. Está producida por varios agentes, como virus y bacterias. En este último grupo, destacan varios serogrupos de la bacteria Neisseria Meningitidis, mejor conocida como Meningococo : A, B, C,W e Y.
Dentro del calendario sistemático de vacunación infantil, desde 2001 se encuentra únicamente la vacuna frente al Meningococo C, con dos dosis a los 4 y 12 meses de edad y una dosis de recuerdo a los 12 años. El resto de serogrupos no están incluidos de forma sistemática en este calendario, pero desde 2015 disponemos de una vacuna frente al serotipo B, la vacuna Bexsero®, de venta en farmacia bajo prescripción facultativa. Está recomendada por el Comité Asesor de Vacunas de la AEP (Asociación Española de Pediatría). Además, es interesante mencionar que recientemente también han pasado a ser de libre disposición en farmacias, bajo prescripción facultativa, las vacunas Menveo® y Nimenrix®: frente a las cepas ACWY, vacuna recomendada por el Comité Asesor de Vacunas de la AEP en la adolescencia.
Revisando el último informe de vigilancia epidemiológica de la Comunidad Valenciana, de la temporada 2014-2015, hubieron 21 casos de enfermedad meningocócica, de los cuales el serogrupo más frecuente de los identificados fue el B.
Desde la vacunación, se ha experimentado una gran disminución de las tasas de enfermedad por el serogrupo C con respecto a la época pre-vacunal.
En la distribución por grupos de edad las tasas más altas se registran en el grupo de menores de 1 año, seguida del grupo de 1 a 4 años, y seguida del grupo de 10 a 14 años.
La vacuna Bexsero® sólo se encuentra financiada por el Sistema Nacional de Salud en España para personas inmunodeprimidas, también para quienes hayan padecido una enfermedad meningocócica anteriormente y en caso de brotes. Sin embargo, en otros países como en Reino Unido sí que está dentro del Calendario de Vacunación sistemático. Se puede poner a cualquier edad, a partir de los 2 meses.
Afortunadamente estamos atravesando unos años con baja incidencia de enfermedad meningocócica en nuestro país, no obstante, se recomienda la vacunación puesto que la meningitis es una enfermedad grave, con alta letalidad, que se puede tratar con antibióticos, pero a veces su avance es tan rápido que el tratamiento no resulta eficaz. Por ello, la mejor prevención es la vacunación.
Del meningococo también hablamos en estas 4 entradas:
Vamos a hablar del meningococo
Vacuna frente al meningococo B
Bexsero o no Bexsero: esa es la cuestión