Separados como pareja, juntos como padres

Este artículo ha sido publicado en el diario Información


Según el Instituto Nacional de Estadística en el año 2022 hubo 81.302 divorcios en España, mas del 50 % tenían hijos/as menores de edad.

La separación es un hecho doloroso para todos los miembros de la familia. En los menores tendrá una mayor o menor repercusión dependiendo de cómo haya llevado la pareja el conflicto previo al divorcio, si éste se convierte en una batalla o si se cronifica en litigios sucesivos que pueden durar años.

Es necesario que, mas allá de las circunstancias que llevan a unos padres a tomar la decisión de separarse, antepongan el amor a sus hijos/as y busquen su bienestar, que les protejan y acompañen en el proceso de duelo que han de transitar.
Si no es así, estos tiempos de tormenta tendrán un coste físico y emocional en los menores y un deterioro de las relaciones paterno y/o materno-filiales. Por no hablar del coste en intervenciones judiciales, sociales y sanitarias.

Por eso es necesaria la intervención precoz, asesorar y acompañar a madres y padres que han decidido separarse y facilitar el acuerdo mutuo.
Así el coste emocional será menor para todos los miembros de la familia y especialmente en los hijos e hijas.

Veamos algunas orientaciones para acompañarles y protegerles:
* Comunicar la noticia a los hijos/as cuando la decisión esté tomada y tras haber acordado qué se va a decir. Ambos progenitores juntos, con un mismo mensaje, claro, concreto, firme y con todo el amor posible. Dejarles claro que ellos no son culpables, ni señalar tampoco a uno de los miembros de la pareja como el responsable de la separación.
Es quizás el momento más doloroso y requiere que ambos progenitores sean capaces de anteponer el amor a sus hijos/as y su bienestar, a las emociones propias; asumir sus responsabilidades y mostrar su madurez personal. No es fácil, pero es posible, porque el amor a los hijos/as es un gran motor.
Después de comunicada la decisión responderán a sus preguntas y les dejarán que expresen sus emociones. Ha de quedar claro que se separan como pareja pero se mantendrán juntos como padres, que seguirán cuidándoles y reuniéndose por ellos/as cuando sea necesario. Ésto es de lo más tranquilizador que se puede decir a los hijos/as.

* Son tiempos en los que hay que tomar muchas decisiones, aunque emocionalmente no sean los mejores momentos. Como adultos, los padres han de ser capaces de seguir asumiendo sus responsabilidades, sentarse y llegar a acuerdos, porque la familia necesita seguridad y certidumbre sobre lo que va a suceder en el futuro y eso se consigue elaborando el mejor régimen de custodia. Sentido común, comunicación, estabilidad… y generosidad, serán factores claves. No sólo serán acuerdos legales, hay muchas otras decisiones que tomar, como normas en ambas casas, pautas educativas, colaboración a la hora de coordinar las rutinas o formas de comunicarse directamente.

* Hay que transitar el duelo que toda separación conlleva. Las hijas/os atraviesan las mismas etapas y emociones que sus padres y madres, de forma paralela pero a menudo en soledad. Y las expresan como pueden, a veces con cambios de comportamiento, menor rendimiento escolar… que hay que saber leer y atender. La clave está en que padres y madres sean capaces de acoger, calmar, expresar y trascender todo este cúmulo de emociones e ir orientándose, poco a poco, hacia la gratitud por todo lo bueno que, a pesar de todo, hubo en la pareja, comenzando por los hijos e hijas. Tienen que darse tiempo para elaborar un duelo tan profundo y darles tiempo también a los hijos/as. Cuidarse física y emocionalmente.

* A los hijos/as no se les debe involucrar en el conflicto. Un hijo/a tiene derecho a querer a su madre y padre, seguir confiando en cada uno de ellos sin que nadie envenene sus relaciones. Ha de sentir que tiene permiso para “abrazar” a las dos familias, porque siguen perteneciendo a la familia del padre y a la de la madre.

* Siguen necesitando que sus padres se mantengan cerca. Se debe facilitar y animar a la comunicación y el contacto con el otro progenitor.

Padres y madres deben valorar la lección que se da a las hijas/os con una buena separación; les están dando un modelo.
Por último es necesario fomentar en la sociedad una cultura de la “buena separación”. El libro “El divorcio que nos une”, recientemente reeditado, es una magnífica contribución. Como dice Alex Rovira “un libro revelador, útil, balsámico, necesario. En sus páginas encontrará sabia orientación que le acompañará en la compleja y dura travesía que supone un divorcio”.

Cecilia Martí. Orientadora y Mediadora Familiar Isabel Rubio. Pediatra

El divorcio que nos une

El divorcio que nos une

Dentro de los libros recomendados está El divorcio que nos une, cuyas autoras son Cecilia Martí y Eva Bach; ambas han preferido que la mejor presentación sea una de las cartas de agradecimiento que han recibido:

“Queridas Eva y Cecilia,

Acabo de terminar de leer vuestro libro El divorcio que nos une, y no he podido resistirme al impulso de dirigirme a sus autoras. No acostumbro a escribir a los autores de los libros que me gustan, pero en este caso, estoy encantado de hacerlo.

Y es que no quiero que pase un día más sin agradeceros cada una de los deliciosos y reparadores párrafos que, al alimón, habéis engarzado. Como supondréis, soy uno de esos afectados por una ruptura sumamente dolorosa. Y como os imaginaréis, los que nos vemos envueltos en tales tormentas de la vida buscamos, casi compulsivamente, consejo, información, terapia, etc. En mi caso, lo que iba cayendo en mis manos ejercía un efecto desigual en mi alma. Desde la culpabilidad por el crimen que llevaba a cabo hacia mis hijos (un conocido me dijo que el terapeuta al que tenía un servidor decidido acudir había soltado la perla de que los padres que se separan es que no aman a sus hijos. Por supuesto, decidí no ir), hasta el limitarse a informar acerca de los aspectos legales.

El caso es que cuando empecé a leer vuestra obra, además de provocar más de una saludable sonrisa, ejercíais una obra de reparación y de orientación que siempre os agradeceré.

Gracias por el bálsamo de vuestras palabras, por la sabiduría de vuestros consejos, y por abrirnos la mirada a un horizonte de esperanza para aquellos que, en medio del sufrimiento, estamos apostando decididamente por seguir siendo los mejores padres, buenas personas y miembros de pleno derecho del club de los bien separados (aunque en mi caso, no tenga descuento por entrar en pareja).

Recibid un cálido y agradecido saludo.”

JLL

Cecilia Martí.