Hidratar la piel del niño atópico

Hablaba el pasado día 27 de febrero del tratamiento general de la dermatitis atópica. Después del baño o ducha es necesario hidratar con la piel ligeramente húmeda.
Si la piel está muy seca se recomienda hidratar con otras aplicaciones extra, fuera de los momentos del baño o la ducha, al menos dos veces al día y en los momentos de normalidad una sola vez al día.
Se deben emplear en piel sana y no sobre la piel con eczema, es decir, se pondrán fuera de los brotes, cuando esté controlada la dermatitis.
En cuanto a los productos para hidratar son muchos los que hay en el mercado, así que vamos a poner un poco de orden:
Las hidratantes o emolientes son productos que favorecen la retención de agua en la piel y la mantiene hidratada. Contienen vaselina, lanolina, aceite de almendras, ácido linoleico y otros. Todos son eficaces en cuanto a su poder de hidratación.
Podemos separar dos grandes grupos:

1. Un grupo denominado o/w (oil in water), es decir, son emulsiones de aceite en agua. Son muy agradables para el niño ya que no dejan sensación grasa en la piel, pero su acción es fugaz.
A este grupo pertenecen:
* Cremas: Es una mezcla de sustancias grasas disueltas en agua con consistencia algo espesa.
* Lociones: se trata de una disolución de polvo en agua.
* Leches: es una mezcla de aceite y agua en la que predomina la proporción de agua y tiene un alto poder hidratante.

2. Otro grupo denominado w/o y a este grupo pertenecen:
* Pomadas: mezcla de agua y grasas con mayor proporción de grasas. Indicada en lesiones secas y zonas de piel gruesas como palmas, plantas, codos y rodillas.
* Ungüentos
* Aceites: se puede usar en el agua de baño o aplicar directamente sobre la piel húmeda después del baño. Deja la piel muy bien hidratada y está indicado cuando la piel está muy seca.
Este grupo tiene una acción más prolongada.

Todos estos excipientes pueden o no contener productos activos que aumenten su capacidad de hidratación, por ejemplo la urea. Y, claro está, sin perfumes ni conservantes.

Y por último el denominado “baño coloidal”: consiste en la utilización en el agua de baño de productos que captan las moléculas del agua y las fijan a la piel. Son efectivos pero no es aconsejable su uso diario, sólo en periodos cortos de tiempo hasta que mejore la hidratación y se pueden usar en caso de lesiones agudas y subagudas.

Con todos estos productos se intenta hacer la vida más agradable al niño, y a pesar de que se trata de buenos productos la realidad es que la respuesta es individual. Es importante también el precio, por ejemplo la vaselina es barata y así aseguramos la aplicación en la cantidad y frecuencia deseadas. Y es importante la constancia, pues la aplicación continuada reduce significativamente las recaídas. En el caso de producirse hay que volver al tratamiento con corticoides o inmunomoduladores tópicos en la región afectada para conseguir el control de la inflamación y reanudar el tratamiento de mantenimiento.