¡Qué poco duermen nuestros adolescentes!

Publicado hoy en el diario Información

Recientemente la Asociación Española de Pediatría y las dos Sociedades Pediátricas de Atención Primaria, SEPEAP y AEPap, alertaban sobre los problemas de sueño en adolescentes, una realidad que afecta decisivamente su salud, su bienestar.
Según refieren, el 15% de adolescentes no tiene un horario regular de sueño durante los días escolares. Y una mayoría abrumadora dice tener problemas para dormir.

Por naturaleza el adolescente es noctámbulo, su dificultad para acostarse pronto y levantarse temprano es pura biología. Los horarios escolares juegan en su contra.
Además, en las últimas décadas, ha ido disminuyendo la duración del sueño de los niños y adolescentes debido fundamentalmente al uso de pantallas. Los móviles, tablet u ordenadores son usados en las horas previas a dormir y en su dormitorio, quitándose horas de sueño. Pero hay más: por un lado la luminosidad de las pantallas hace que se produzca menos melatonina, la hormona del sueño. Por otro lado la actividad que les genera el estar conectados, navegando, en redes sociales o jugando on line, dificulta que concilien el sueño y éste es de peor calidad.

Hay estudios que demuestran que “niños, niñas y adolescentes que tienen móvil, duermen menos que los que no lo tienen.»
Es muy habitual usar los dispositivos por la noche, denominándose Vamping a la práctica de trasnochar para seguir conectado a internet y Phonbie (de phone+zombie) a los adolescentes que mantienen conexión durante la noche. Por eso es necesario educar en el uso responsable de las tecnologías. Establezcamos normas, pongamos límites. Y seamos un modelo para ellos.

Recordemos que el sueño es un hábito de vida saludable tan importante como la alimentación, jugando un papel fundamental en la infancia y adolescencia. Como dice la Dra. M.I. Hidalgo, pediatra de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, “Dormir un número adecuado de horas, de forma regular, se asocia con mejores resultados en salud: mejor atención, conducta, aprendizaje académico, consolidación de la memoria, regulación de las emociones, calidad de vida, salud mental y física.”
Por el contrario, a menor tiempo de sueño o patrones de sueño irregular, peor rendimiento escolar. Está estudiada la relación entre el déficit crónico del sueño y la menor habilidad motora, menor memoria, menor atención y dificultad en la resolución de problemas.

En cuanto a las necesidades diarias de sueño no podemos fijar una cifra exacta de normalidad. Es variable, entre 7 y 11 horas. Si durante el día está somnoliento, o bien los fines de semana necesita dormir más de dos horas extra serían signos de alerta sugestivos de que no está durmiendo lo que necesita.

Para terminar, en relación al sueño es recomendable:
* Mantener una rutina respecto a hora de acostarse y levantarse
* Evitar el ejercicio físico al menos 2 horas antes de irse a la cama
* Evitar el consumo de bebidas estimulantes sobre todo por la tarde-noche
* No usar dispositivos al menos una hora antes de irse a dormir
* No llevar dispositivos a la cama. Acordar una hora para guardarlos y dejarlos en un lugar común como el salón, nunca en el dormitorio. No hay excusa con que lo usen de despertador
* Dormir a oscuras.

La importancia de dormir bien

sueño

El pasado sábado la Dra. Mª del Mar Clavera Roger, Pediatra Especialista en Psiquiatría Infantil y de Adolescencia, publicaba el siguiente artículo en las páginas de Salud del periódico Información que os puede interesar

Con los últimos avances en el estudio del sueño cada vez es más evidente que juega un papel importantísimo en el bienestar de las personas, tanto físico como mental. Desde aquí trataré de convencer de ello a algún adolescente, o cuando menos a sus padres. Y para ello recurriré a argumentos que a ellos les llegan, y que tienen que ver con lo inmediato en su día a día. Siempre recuerdo que en las campañas antitabaco para adolescentes, son más sensibles a cosas como que el tabaco amarillea los dientes y causa mal aliento, que al argumento de que el tabaco es altamente cancerígeno a largo plazo.

Veamos qué pasa en nuestro organismo mientras dormimos, que no es precisamente poco…y la repercusión que tiene cada cosa:
-1. Huesos. Aumenta mucho su formación, sobretodo en la pubertad. Así que nuestras abuelas tenían razón.. ¡Y todos los adolescentes quieren ser más altos y esbeltos!
-2.Músculos.Durante el sueño se recuperan de su desgaste y de microlesiones . Si hemos dormido bien, al día siguiente nos irá mejor en Deporte o Educación Física
-3.Pancreas.Se metabolizan los azucares ingeridos durante el día. Se ha demostrado que la mala calidad/cantidad de sueño favorece la tendencia al sobrepeso
-4.Piel.Aumentan los factores de crecimiento en las células, recuperándose de pequeñas lesiones y manteniendo su elasticidad. Suena bien, ¿Verdad?
-5.Cerebro. Las neuronas “se encogen” para dejar espacio a que otras células eliminen las sustancias tóxicas producidas durante el día. Es el órgano que más energía consume y el peor equipado para desprenderse de ellas. Pero esto sólo puede hacerlo mientras dormimos…

Podemos decir que durante el día el cuerpo está ocupado en “hacer” cosas, mientras que cuando dormimos puede dedicarse a “cuidarse”.

Dormir al menos 8 horas, tiene otras ventajas importantísimas para los estudiantes: Mejora la concentración, atención y memoria. Por lo tanto no hay mejor ayuda ante un examen que “fijar” todo lo aprendido durmiendo lo suficiente la noche anterior.
La luz es otro factor importante: Nuestro cerebro está programado para pensar cuando la luz es intensa, y bajar el ritmo cuando va anocheciendo. Así que cuanta menos luz tengamos alrededor desde un rato antes de acostarnos, tanto mejor.
Pero normalmente los adolescentes tienen su feudo en su habitación. Están rodeados de todo tipo de dispositivos electrónicos que emiten luz, aparte de ondas electromagnéticas nocivas, especialmente para sus cerebros en formación. Es muy atractivo estar en la intimidad chateando hasta las tantas, en el PC o whatsapp. Pero esta costumbre, que se ha generalizado ya incluso en preadolescentes, es incompatible con un hábito de sueño saludable.
Las condiciones en que duermen nuestros hijos son al menos tan importantes para su salud como su alimentación o la gestión de su tiempo libre. Por lo tanto, pensemos si no es demasiado arriesgado dejarlas exclusivamente en sus manos.