Leo en la web de la Sociedad Valenciana de Pediatría un estudio realizado, durante el pasado curso escolar, por los Dres José-Ricardo Ebri y Antonio Sabater, con la colaboración del Dr. Ignacio Manrique, para conocer la magnitud del dolor de espalda en los escolares valencianos. Para ello se realizaron 4550 encuestas a alumnos entre 10 y 16 años.
El dolor de espalda es causa de numerosas consultas y conocer la magnitud de este problema, que en ocasiones se convierte en una dolencia crónica, es el objetivo de este estudio.
En los resultados del estudio llama la atención que responden tener molestias en la espalda nada menos que el 62.2% de las chicas y el 37.7% de los chicos, pero sólo a un 20% les impide la práctica deportiva y un 4% ha tenido que dejar sus actividades escolares. El diagnóstico más frecuente es la contractura muscular, sin embargo a un 24% de los que han acudido al médico se les ha realizado una radiografía y a un 17% se les prescribió tratamiento, sobre todo ibuprofeno o paracetamol.
También refleja el estudio que un 37% está mal sentado durante el horario escolar y que el mobiliario tampoco es el adecuado para la estatura actual de nuestros escolares.
En las conclusiones reflejan la necesidad de diferenciar entre molestia ocasional y dolor y no darle mayor importancia a esas molestias ocasionales que no interfieren en la vida cotidiana de los chicos; por el contrario, ante el dolor persistente y si además impide las actividades escolares y deportivas, aconsejan acudir al especialista para llegar a un diagnóstico.
También inciden en la necesidad de educar en la higiene postural, tanto a la hora de dormir, colchón y almohadas adecuados, como al estar sentados, ante el ordenador, consolas…y adecuar el mobiliario escolar a la talla de cada niño.
En cuanto al polémico tema de las mochilas, concluyen que no hay relación entre el peso de las mochilas y las molestias de espalda, debido al corto espacio de tiempo y distancia que las llevan. Es necesario instruir en el uso correcto de éstas: Llevar la mochila en la parte superior de la espalda y centrada con los dos tirantes y que sea adecuada a la talla del niño; pues de lo contrario, las mochilas portadas inadecuadamente o de tamaño incorrecto para la espalda del niño, sí pueden producir molestias.
Por último proponen la necesidad de mejorar la actividad física, instruir en la mejora de los ejercicios de mantenimiento e introducir la práctica de deportes alternativos para cada biotipo infantil.
Y terminan con una frase: Hay que fortalecer la espalda del escolar y no ablandarla.
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