Artículo publicado en el diario Información
Se ha publicado recientemente una Guía de Buenas Prácticas de la cooperación sanitaria valenciana, realizada por la Red Sanitaria Solidaria en colaboración con la Generalitat.
La Red Sanitaria Solidaria (RSS), presente en las tres provincias de la Comunidad Valenciana, es una iniciativa impulsada desde 2016 por las Organizaciones No Gubernamentales al Desarrollo Medicusmundi Mediterrània, Asociación para la cooperación entre comunidades y Farmamundi. Se trata de un conjunto de redes provinciales formadas por numerosas y diversas entidades sociales, del ámbito académico, de la administración pública y colegios profesionales, relacionadas con el ámbito sanitario y que realizan cooperación sanitaria, local y/o internacional.
Esta Guía es fruto de una reflexión colectiva tras la pandemia, “un documento que nos marcara el camino iniciado para contribuir a defender el derecho a la salud para todas las personas. Un derecho que, como se había visto, estaba amenazado en todos los lugares del planeta, pero especialmente en los territorios del Sur Global.”
El objetivo es poner a disposición de cualquier persona interesada en temas de salud global y de cooperación internacional al desarrollo, una guía de buenas prácticas que contribuya al cumplimiento del derecho a la salud bajo el enfoque de los derechos humanos. Quiere así “contribuir a llevar a cabo una cooperación internacional sanitaria transformadora que vaya más allá del concepto clásico de solidaridad y asistencialismo”. Una Guía para mejorar los proyectos de cooperación de las entidades participantes en la RSS y trabajar más alineadas.
Veamos pues desde qué conceptos hablamos: salud global, cooperación para el desarrollo y buenas prácticas.
La salud es un concepto global, que no sabe de fronteras y cuyos problemas han de afrontarse de forma global y comunitaria. Lo “global” se refiere al alcance o el impacto que tienen los problemas de salud en la comunidad mundial y creo que no hace falta aclararlo más por nuestra experiencia de estos últimos años de pandemia.
¿Qué entendemos por Cooperación para el Desarrollo?. Comprende el conjunto de actuaciones que contribuyen al desarrollo humano en el marco de los Derechos Humanos, que contribuyen a la disminución de la pobreza, que fomenten la ciudadanía crítica, con trabajo participativo desde la base social y local y con la administración pública en cada lugar de actuación. Y que se comprometa a largo plazo.
Es importante también hablar de lo que NO se considera cooperación: por ejemplo la que se empeña en ir de manera aislada, hacer algo y volverse, la que perpetúa el paternalismo, la que habla de ayuda y asistencia.
¿Qué consideramos que es una buena práctica de cooperación sanitaria internacional?
Una actuación construida desde la solidaridad, los derechos humanos, la ética y la justicia social, fortalece capacidades, pone a las personas en el centro y denuncia la vulneración de derechos humanos.
Cumple satisfactoriamente con ciertos criterios que configuran y transforman conductas colectivas, teniendo en cuenta en todo momento el contexto sociocultural, la perspectiva de género, el medio ambiente y las necesidades reales de las comunidades en las que se desarrolla.
Que ha de demostrar la consecución de resultados positivos y transformadores, tangibles, medibles, replicables y sostenibles que mejoren la salud y el bienestar de las comunidades en las que se ha llevado a cabo.
La Guía se amplía con numerosos enlaces en algunos temas. Por el contrario también son conscientes de aspectos importantes en cooperación y en los que no han profundizado, por ejemplo en el enfoque de infancia o diversidad funcional.
Para terminar copio un párrafo que para mí es un buen resumen: ”La cooperación debe ser un acompañamiento a entidades sociales locales, con una transferencia de conocimientos y capacidades a la población beneficiaria, que debe estar involucrada en todo el ciclo del proyecto y ser escuchada porque es la que tiene los conocimientos sobre el territorio y sus necesidades.” Debe también incluir intercambios de diálogos de saberes en los proyectos, entre territorios del Sur y del Norte.
Documento de referencia: “Claves para contribuir al desarrollo humano sostenible y la salud, con enfoque basado en derechos humanos y la Agenda 2030.”