Desde que conocí la iniciativa Mírame, diferénciate me gustó, ha estado ahí, pendiente adherirme a ella explícitamente. Pues bien, el pasado día 12 leía en su blog El mes de las experiencias, #diferencia_T, cuyo objetivo es hacer un ejercicio de REFLEXIÓN COLECTIVA sobre la importancia de los pequeños gestos en el día a día. Y he ido leyendo relatos….
Ha sido el detonante de decir, de hoy no pasa. Os lo cuento: el objetivo de la iniciativa es Humanizar, que no es poco…
«A finales de agosto de 2011, un grupo de profesionales se unió para trabajar por un objetivo común, convencidos de que la calidad asistencial puede mejorar con pequeños gestos, como mirar a los ojos de las personas que atendemos. Una idea que surge a través de las redes sociales con el fin de traspasar la pantalla y provocar un gesto.»
Como explican en el “por qué?” de la iniciativa: «Cuando una persona acude al Sistema Sanitario busca no sólo la competencia técnica de los profesionales, también espera encontrar personas capaces de transmitirle seguridad, confianza y respeto acerca de sus decisiones».
«Múltiples autores, desde distintos trabajos y enfoques, nos dan argumentos para insistir en la importancia de generar un contexto adecuado que nos permita ofrecer una atención cercana y humana en la que el cuidado y la curación se lleven a cabo de la mejor manera posible».
«La visión es un sentido considerado como el principal canal de la llegada de las sensaciones al intelecto. De esta forma, el ojo humano, cuando es utilizado de forma efectiva, posibilita un contacto con la realidad de lo que comunicamos y de lo que queremos comunicar.»
«Parece preciso, entonces, intentar buscar un equilibrio perdido y que sea capaz de integrar las dimensiones técnicas y humanas como inseparables. A eso se refiere Pablo González cuando desde una reivindicación del humanismo como fuente de conocimiento, como una herramienta en el ejercicio de la medicina, nos insiste en la necesidad de entender que no se trata de incorporar una actitud simplemente añadida, sino de comprender que realmente es desde lo humano que podemos acercarnos al hombre enfermo y vulnerable.»
Esta iniciativa es una reflexión sobre nuestro modo de trabajar, sobre nuestra habilidades comunicativas y en especial de nuestra comunicación no verbal. Para mí, que siempre he procurado estar atenta a cómo establezco la relación con los padres, madres y niños que acuden a la consulta, supone una vuelta a la toma de conciencia de mi forma de comunicar, ser más consciente del “aquí y ahora” en los aspectos de comunicación.
«Los pequeños gestos importan, y mucho, en la asistencia sanitaria«, y, mientras escribo ésto me viene a la cabeza la situación actual y la aprobación ayer del Real Decreto-ley 16/2012…es como vivir en dos dimensiones.