Ayer se publicaba el artículo siguiente en las páginas de Salud del periódico Información.
Hace unos días se publicaba en este periódico la noticia de que “un brote de tuberculosis obliga a ingresar a 3 niños en el Hospital de Sant Joan”. Por el enfoque que se daba al tema creo que merece la pena hablar de la tuberculosis infantil y aclarar algunos conceptos.
La Tuberculosis es una enfermedad infecciosa producida por un bacilo (bacilo de Koch, en honor a su descubridor) que ha acompañado al hombre desde sus orígenes.
La fuente de la infección es casi exclusivamente el hombre enfermo y de éste por vía aérea, al toser, estornudar o escupir, los bacilos pasan a otra persona infectándola. Es por tanto un contacto directo, a menudo estrechamente personal.
La Tuberculosis sigue siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial.
Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (publicados en el 2012) señalan que la incidencia ha disminuído pero no lo hace de forma uniforme.
Aquí, en nuestra Comunidad, se ha publicado el último Informe de Tuberculosis de la Consellería de Sanitat, que recoge los datos del año 2012:
Se han notificado al Sistema de Vigilancia Epidemiológica un total de 541 casos, de los cuáles 508 son autóctonos, 20 importados (es decir, se han diagnosticado aquí dentro de los 4 primeros meses de residencia en nuestro país, por lo que se deduce que iniciaron la enfermedad en su país de origen) y 13 son personas de otras Comunidades.
Desde los años 90 van disminuyendo el número de casos en población autóctona, en el 2012 ha habido un descenso de la tasa global del 16.8 % respecto al año anterior y en la población extranjera también se ha observado una disminución de la tasa global del 18.9 %.
Del total de casos notificados autóctonos (508) una tercera parte (165) son personas nacidas fuera de España.
Por provincias la tasa más baja ha sido la de Alicante y por Departamentos, la tasa más baja de tuberculosis ha sido la del Departamento Elx-Crevillent.
Los casos pediátricos, es decir menores de 15 años, han sido 36, suponen el 7,1% del total. La localización más frecuente es la pulmonar (86.1% de los casos), después la linfática extratorácica y no se ha detectado ningún caso de meningitis tuberculosa. El 61,1% de los casos ha tenido contacto previo con un caso conocido de tuberculosis.
La tuberculosis infantil infantil, tras el importante aumento registrado en el 2008, ha disminuído este año un 31%.
Conociendo cuál es la realidad paso a aclarar que cuando se diagnostica en un niño la enfermedad tuberculosa se debe buscar siempre en su entorno un enfermo tuberculoso que es quien le ha contagiado, es una señal de alarma que indica que hay cerca un enfermo adulto tuberculoso bacilífero (que al toser emite los bacilos).
La infancia es un periodo en el que la susceptibilidad a la infección tuberculosa está aumentada, ya que el sistema inmunológico es inmaduro, sobre todo los primeros años, de ahí que la incidencia sea más alta en los menores de 5 años.
Pero el niño con enfermedad tuberculosa pulmonar no emite bacilos, al menos el niño pequeño, acercándonos a la adolescencia ya sí puede ser bacilífero y por tanto contagioso.
La imagen que encabeza esta entrada corresponde a la campaña del Centro para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC): Alto a la tuberculosis en mi generación y que aparece en un interesante artículo del portal para familias de la Asociación Española de Pediatría.