Volviendo la mirada: Mariano Benavente

Los primeros equipos directivos del Hospital Niño Jesús de Madrid y muchos de los facultativos que ejercieron la medicina en este centro a finales del siglo XIX y  durante las primeras décadas del siglo XX  son considerados, con el doctor Mariano Benavente a la cabeza, padres y fundadores de la especialidad pediátrica en nuestro país.

¿Quién fue Mariano Benavente?:
Puede ser considerado el primer pediatra español. Dirigió el Hospital del Niño Jesús tras el primer director, el Dr. Manuel Armis Fortuny.
Nació en Murcia en 1818 en una familia muy pobre, trabajó desde muy joven como mancebo de una farmacia. Decide estudiar Medicina y se marcha a Madrid. Un discípulo suyo, el Dr. Antonio Espina Capo, cuenta de él en su libro “Notas del viaje de mi vida”: “Vino a Madrid pobre, solo y a pie, sin más equipaje que su talento, sin más valimiento que su constancia y su carácter de acero…en la pobreza más absoluta estudió sus primeros años, alegre y satisfecho porque cual alma fuerte no tembló nunca ante el porvenir”.
A los 27 años consiguió el título de cirujano y después el de médico y en 1856 (tenía 38 años) gana por oposición una plaza de médico de la Inclusa madrileña dónde trabajará hasta su muerte en 1885.
Su pasión fue la asistencia a los niños de la Inclusa, luchando contra todas las tradiciones, tan funestas en aquella casa, y dirigiendo, en vez de ser dirigido, a las Juntas de Damas. Cambió la faz del inclusero, le arrancó del estigma de hijo del pecado a la consideración de hijo de la desgracia, a veces de la necesidad.”

En la “Escuela Teórico-Práctica de Medicina y Cirugía», organizada por los médicos de la Beneficencia Provincial de Madrid, se desarrolló un plan de estudios con especialidades, entre ellas la pediatría, de la que se encargó el Dr. Benavente.

(En «Historia de la Pediatría». J.M. López Piñero y J. Brines Solanes)

Monumento que Madrid le dedicó en los Jardines del Buen Retiro y donde figura uno de sus pensamientos que da idea de su actuación profesional: «Medicación sencilla y amor materno devuelven la salud al niño enfermo»

Como curiosidad, el menor de sus tres hijos, Jacinto, fue premio Nobel de Literatura en 1922.

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Hospital Niño Jesús

Desde 1868 España vivía el periodo denominado sexenio democrático; en 1869 era promulgada por las cortes una Constitución de corte liberal y la actividad científica española se desarrollaba en libertad desde el punto de vista ideológico y eso suponía, por ejemplo, dejar de defender en privado las teorías de la evolución de Darwin para hablar de ello sin miedo en público, también libertad docente y la fundación de numerosas “Escuelas Libres” de Medicina, algunas claro está con medios muy precarios como la financiada por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Zaragoza en la que se formó en su inicio Cajal, pero otras muchas consiguieron convertirse en instituciones de vanguardia.

La primera institución asistencial dedicada a la asistencia del niño enfermo en España fue el Hospital Niño Jesús de Madrid, que es inaugurado en 1877. Fue promovido y financiado en un principio por la duquesa de Santoña y ocupó al principio una casa de vecindad, disponía de seis salas con camas de hierro y algunos lujos insólitos para la época, como un plato, un vaso y una taza de metal para cada niño y estufas en las salas. Más tarde, entre los años 1879 y 1885, se construye el Hospital y la Iglesia central. En este Hospital se formaron numerosos pediatras españoles. Tres años más tarde, en 1880, se funda en Valencia un Hospital para niños con enfermedades nerviosas; en 1890 es creado el Hospital para Niños Pobres de Barcelona, que es una ampliación de un consultorio de pediatría. En 1892 es creado en la Villa de Pinto un Hospital Asilo de San Rafael de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que fue trasladado a Madrid cinco años más tarde. También en 1892 es creado en Chipiona un sanatorio para niños con tuberculosis.
Y este es el panorama hospitalario de la España que entra en el siglo XX.

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