¿Cómo comen nuestros niños y niñas?

Publicado en el diario Información

EsNuPI nos lo cuenta. No se trata de un muñeco ni un juego. EsNuPI es el Estudio Nutricional en Población Infantil Española, la más reciente y mayor investigación sobre alimentación infantil realizada en España.
Nos desvela como comen los niños españoles y otros hábitos de vida y descanso.
Es un estudio representativo de la población infantil española de 1 a 9 años de edad que vive en zonas urbanas. Los datos se han obtenido a partir de encuestas realizadas a madres, padres y tutores.

El objetivo del estudio es conocer los patrones de alimentación y de hábitos dietéticos, de actividad física y de comportamientos sedentarios en población infantil de 1 a 9 años y evaluar la influencia de factores familiares y personales, educación de los padres y estatus socioeconómico.

Y ¿cómo comen nuestros niños y niñas?
Algunos de los datos publicados del estudio son:
* Ingesta adecuada de energía, siendo los hidratos de carbono los macronutrientes que más contribuyen a la ingesta energética total.
* Ingesta de proteínas y grasas superiores a las recomendadas por las autoridades internacionales de referencia.
* Ingesta de azúcares totales por encima de las recomendadas y creciente con la edad.
* La principal fuente de calcio y vitamina D son la leche y los productos lácteos. La mayoría de los niños y niñas no alcanza las recomendaciones de vitamina D.
* Los niños y niñas de 1 a 4 años ingieren las cantidades adecuadas de calcio y magnesio, fundamentalmente porque la leche sigue siendo una importante fuente alimentaria. Pero su ingesta se encuentra por debajo de lo recomendado en los de 4 o más años. Existe una necesidad de mejorar la ingesta de los nutrientes relacionados con la salud ósea de los niños y niñas españoles, como el calcio, la vitamina D y el magnesio.
* De forma generalizada existe una ingesta excesiva de grasas saturadas, consideradas menos saludables, mientras es deficiente en ácidos grasos monoinsaturados, contenidos en el aceite de oliva, y poliinsaturados, especialmente de la serie omega-3, presentes sobre todo en el pescado. Es necesario por tanto incrementar el consumo de ácidos grasos Omega-3 DHA y reducir la ingesta de grasas saturadas.
* El consumo de alimentos considerados menos saludables va aumentando con la edad mientras que se reduce el de otros alimentos saludables, como la leche y los productos lácteos, las verduras y las frutas.

Conocer los hábitos alimentarios en esta primera década no sólo es importante en relación con el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, también lo son porque marcan el comportamiento nutricional a corto, medio y largo plazo.
En los primeros años de vida empiezan a establecerse los hábitos alimentarios, que se consolidan antes de finalizar la primera década. La mayoría de estos hábitos persistirán en la edad adulta.

Este estudio aporta datos útiles para identificar posibles problemas, permitirá intervenir estableciendo recomendaciones actualizadas de hábitos saludables en la infancia y desarrollar programas de intervención a nivel de salud pública.
Porque sabemos que los patrones dietéticos poco saludables en edades tempranas se asocian con una mayor prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles en la vida adulta (obesidad, hipertensión arterial, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares, etc.) ahí está el objetivo último: la prevención de enfermedades crónicas en la vida adulta.

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