Se ha publicado una Guía para padres sobre la prevención de lesiones no intencionadas en la edad infantil, elaborada por la Asociación Española de Pediatría y con el patrocinio de la Fundación Mapfre.
Va dirigida a los padres, pero también es para los abuelos, cuidadores y personal de centros infantiles. Qué duda cabe, una vez leída, que también nos será útil al personal sanitario que trabajamos con niños.
Las lesiones no intencionadas son lo que siempre hemos denominado accidentes infantiles, pero a instancias de la OMS hemos sustituido un término por otro para que vaya calando en la sociedad que no se trata de algo que ocurre inevitablemente; como a mí me gusta decir “los accidentes no son accidentales”, son inesperados pero no ocurren por casualidad y, por tanto, son evitables.
Constituyen la primera causa de muerte en la infancia entre los 5 y 18 años en toda la Unión Europea y difiere en función del nivel socioeconómico, hasta el punto que amenaza con convertirse en una causa de injusticia social.
En España los principales mecanismos que producen muertes por lesiones no intencionadas son los accidentes de tráfico, seguidos por los ahogamientos (conviene recordar que un 70% ocurren en piscinas privadas), envenenamientos, quemaduras y caídas. En el año 2014 fueron 149 niños menores de 15 años los que fallecieron en España y sabemos que por cada accidente mortal hay muchos más que sufrirán secuelas de por vida, son cifras contundentes que deben hacernos conscientes de la amplitud del problema.
La prevención es la medida más eficaz, cada uno lo hará desde su ámbito: Habrá que seguir realizando investigaciones sistemáticas sobre los accidentes, las causas que los motivan, las personas que los sufren con más frecuencia, etc.; las instituciones gubernamentales tienen la obligación de legislar y dictar normas de seguridad, velar para que se cumplan, realizar programas públicos de educación sanitaria, campañas de educación vial y prevención de accidentes. Es obligación de padres, maestros y educadores plantearse su papel protector ante la falta de conciencia de peligro del niño, ofrecer espacios seguros, conocer las medidas preventivas ante los accidentes, ser un buen modelo de conducta y educar para que el niño vaya haciéndose progresivamente responsable de su autocuidado.
Pediatras, médicos y personal sanitario tenemos un papel fundamental en informar, educar y contribuir a divulgar el conocimiento y el trabajo de esta guía es un valioso ejemplo. En definitiva, los responsables para la elaboración de las políticas eficaces en la prevención de las lesiones no intencionadas “SOMOS TODOS”, gobierno, industria, profesionales, medios de comunicación y ciudadanos.
En la Guía se repasan los accidentes más frecuentes, también por edades, con el fin de tener presente los peligros en cada tramo de edad, otro capítulo a advertirnos de los peligros en los lugares dónde se desarrolla la vida del niño: el hogar, la calle, etc. y por último un manual actualizado con los primeros auxilios, porque también es prevención si, producido el accidente, sabemos actuar correctamente, evitando así las secuelas de éste o incluso, la muerte. Es necesario por tanto, conocer las medidas básicas de actuación ante los accidentes infantiles más frecuentes o los potencialmente más graves.
Os animo a leer el documento completo .