¿Son saludables las bebidas energéticas?




Publicado hoy en el diario Información

En los últimos años las bebidas energéticas han ido entrando en el mercado a golpe de campañas publicitarias que nos venden sus bondades: Nos da alas, aumenta nuestro voltaje, incrementa nuestra resistencia física, es fuente de energía, revitaliza, es refrescante, da impulso a tu día… y también se han ido colando en la cultura gamer o en el hip hop a base de inversiones de las grandes marcas. El resultado es el aumento de su consumo, sobre todo en jóvenes.

En España, desde 1994 y cada 2 años, se realiza una Encuesta sobre alcohol y drogas en enseñanzas secundarias (ESTUDES). En el año 2014 se introdujo un módulo sobre bebidas energéticas que ha permitido estudiar las tendencias.
En el último estudio, realizado el pasado año en alumnos de 14 a 18 años, el 54.4% de chicos y el 40,7% de las chicas han consumido bebidas energéticas en el último mes. El 19,5% lo ha consumido mezclado con alcohol. Las cifras son las más elevadas de toda la serie analizada.
Respecto a las características sociodemográficas de los estudiantes que las han consumido se observa que sacan peores notas de media y repiten más cursos.
También se analizan qué actividades suponen un factor de protección frente al consumo de bebidas energéticas: la lectura de libros o tocar algún instrumento musical.
La prevalencia de consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol es mayor en el Levante y norte de España.

¿Qué composición tienen estas bebidas que “dan alas”?.
Contienen cafeína, azúcares, sodio y sustancias a las que se atribuyen efectos energizantes o revitalizares: taurina, glucurolactona, plantas como Ginseng o Guaraná y vitaminas del grupo B.

En cuanto a la cafeína, un bote de 250 ml contiene el equivalente a un café expreso, si es de 500 ml dos cafés. La cafeína es de todos conocida por su efecto estimulante del sistema nervioso central y aumento de la presión arterial. Menos conocido es que puede interferir con la absorción de calcio y provocar acidez.
La dosis de cafeína que se considera como “consumo alto” es el de la ingesta de golpe de 3 mg/kg peso, es decir, el equivalente a 2 cafés expresos para un adolescente de 57 kg de peso y entraña aumento del ritmo cardiaco, irritabilidad y temblores. Se considera “consumo excesivo” dosis de 5,7 mg/kg/día. Si la concentración de muchas bebidas energéticas es de 32mg/100 ml fácilmente pueden hacer el cálculo de lo que muchos adolescentes ingieren.

En cuanto a los azúcares añadidos, sustituidos por edulcorantes en la versión light, llevan una media de 10 gr por cada 100 ml. ¡50gr. en cada lata de 500 ml!, todo un “chute” para el páncreas.

El contenido en Sodio es alto: 40 mg/100 ml. Cantidad que se duplica o triplica si son light.

La Taurina es un aminoácido que está en el pescado, marisco, frutos secos, lácteos y huevos. Regula el funcionamiento del corazón, el SNC y los músculos. No hay estudios que demuestren que contribuya a un mejor rendimiento físico o mental.

En cuanto al contenido en Glucurolactona no suponen riesgo para el consumidor (según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) pero tampoco hay evidencia científica que aumente la atención ni el rendimiento muscular.

De las plantas que dicen que contiene, no se especifica la cantidad por lo que poco podemos añadir. Guaraná es una planta amazónica que contiene estimulantes como la cafeína.
Ginseng es una planta que se ha utilizado con fines medicinales. Puede interaccionar con medicamentos y provocar arritmias, HTA, ansiedad y nerviosismo.

Para terminar hemos de resaltar que las bebidas energéticas, por su contenido en cafeína, causan adicción y tienen efectos adversos cardiovasculares y a nivel cerebral. La ingesta regular de estas bebidas se ha asociado a hipertensión arterial, pérdida de masa ósea, palpitaciones, irritabilidad, ansiedad, insomnio, náuseas o vómitos. Incluso síndrome de abstinencia por consumo habitual y sobrepeso por su alto contenido en azucares.
Las Bebidas Energéticas NO LAS PUEDEN CONSUMIR mujeres embarazadas y en periodo de lactancia y por supuesto los niños.

Dra. Rosa Pérez-Tomás. Pediatra
Dra. Isabel Rubio. Pediatra