Alimentación en el primer año de vida (2ª parte)

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¿Hasta cuando sólo con leche?:
Siempre, en cualquier recomendación, tenemos que mirar al niño e intentar adecuarla a ese niño concreto, en esa familia concreta. Pero en general podemos decir que hasta los 6 meses la leche cubre las necesidades nutritivas del niño; pero además hay otros signos, alrededor de los 6 meses, que nos dicen que el niño está preparado para tomar otros alimentos: inicia movimientos de masticación, se sienta… así como estudios de la maduración del aparato digestivo y del riñón que objetivan que están preparados para asimilar otros alimentos. Por tanto, siguiendo las recomendaciones de la ESPGHAN, aconsejamos no prolongar la LM exclusiva por encima del 6º mes e iniciar el aprendizaje de la alimentación con cuchara sobre los 6 meses.
Con el uso de la cuchara comienzan nuevos sabores y texturas y además una forma distinta de alimentarse: pasa de la succión, que es una alimentación continua: chupa-traga-chupa-traga…, a la alimentación con cuchara: le llega el alimento, que ya no es la leche que él conoce, con cuchara y además tiene que esperar un tiempo hasta que le llega la siguiente cucharada, ya no es un continuo…
Si hasta ahora lo alimentábamos junto a nosotros, cuando empezamos con las papillas sentémosle enfrente. Y recordad que los cambios (como todo cambio en la vida) necesitan su tiempo, no hay que tener prisa. Habrá niños que se adapten rápidamente y otros que necesitarán su tiempo, el ritmo es individual. También nosotros necesitamos un tiempo de adaptación.

¿Con qué alimentos y cuál es el orden de introducción?:
Vuelvo a insistir en que las pautas tendrían que ser individuales, adecuar las recomendaciones generales a cada niño.
Y ¿qué nos dicen las recomendaciones generales?:
De entrada decir que no hay unanimidad en cuanto al orden de introducir los distintos alimentos que componen la alimentación complementaria.
Puede hacerse con cualquiera de los alimentos.

La fruta:
La fruta será natural, la de temporada, madura y pelada. Se dará en papilla y con cuchara. La textura lo antes posible chafada con tenedor. También podemos ofrecer zumos naturales. No sustituirán una toma, serán un complemento a cualquier otra toma de leche materna o biberón.

Los cereales:
Aconsejamos cereales con o sin gluten en pequeñas cantidades (una cucharada/día) si se añade a un biberón. La ESPGHAN recomienda introducir el gluten no antes de los cuatro meses ni después de los siete, hacerlo en pequeñas cantidades y mientras los niños reciben lactancia materna. Si preparamos una papilla se hará, al principio, con cereales sin gluten y sólo una cucharada/día con gluten.

La verdura:
La papilla de verdura se hará cociendo (con poca agua o al vapor) algunas de las siguientes verduras frescas: judías verdes, calabaza, calabacín, puerro, con patatas y zanahoria. No añadir sal. Triturar dejando una consistencia suave y añadir entonces una cucharada de aceite de oliva. La papilla de verdura debe ir desde el inicio con carne.
El postre puede ser leche (materna o en biberón) y más adelante aconsejamos postre de fruta.
No dar espinacas, acelgas, col, coliflor, remolacha y nabo hasta los 9 meses.

La carne:
A partir del 5º mes, aconsejable al 6º mes, que aportará sobre todo el hierro necesario a la nutrición de nuestro hijo.
Añadiremos de 20 a 30 gr. de carne a la verdura, aconsejando empezar con pollo sin piel, entre otras razones por la textura de la papilla, añadiendo un chorro de aceite de oliva cuando vaya a triturarse.
Progresivamente introduciremos otras carnes: ternera, cordero…No aconsejamos las vísceras.

El pescado:
A partir del 6º mes.
Aconsejamos hervirlo aparte para desmenuzarlo y quitar espinas antes de añadir al puré de verduras.

Derivados lácteos:
Aconsejamos iniciar yogourt natural a partir de los 7-8 meses.

Huevo:
La yema de huevo cocida y bien separada de la clara puede introducirse a partir de los 10 meses. La clara no debe introducirse hasta el año de vida.

Legumbres:
Sobre los 10-11 meses podemos iniciar legumbres (lentejas y garbanzos) y pastas de sopas finas.

(Actualizado marzo-2015)

Alimentación en el primer año de vida (1ª parte)

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Preciosa foto de J.E.D. del Concurso Fotográfico L.M. del Hospital Marina Alta. Denia

A menudo parece que los pediatras vamos cambiando las pautas de alimentación moviéndonos por modas que no tienen ninguna base. No es así, existen una serie de organismos internacionales como los Comités de Nutrición de la ESPGHAN (European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition), de la AAP (American Academy of Pediatrics) o la Organización Mundial de la Salud que realizan periódicamente recomendaciones a la luz de los avances científicos.

Teniendo como referencia dichas recomendaciones iniciemos el recorrido de la alimentación desde el recién nacido:
Somos animales mamíferos y como tales nos alimentamos tras nacer de leche materna. El niño nace con una serie de reflejos, entre ellos el de succión y el de búsqueda, que harán que rápidamente se enganche al pezón. Es deseable que inmediatamente tras el parto el recién nacido se coloque en contacto íntimo piel con piel durante al menos 50 minutos, aunque es deseable que ese tiempo se prolongue hasta dos horas. Encontrareis, a través de la página de la Asociación Española de Pediatría, más información en los enlaces recomendados por el Comité de Lactancia Materna.
Si no es posible la lactancia materna iniciaremos la alimentación con leche de inicio. En otro momento hablaremos de biberones, leche y agua.
Y ahora, mientras miramos como se alimenta nuestro hijo succionando el pecho o el biberón, creo necesario abrir un paréntesis para comentar que la alimentación es mucho más que la nutrición corporal; cuando damos de comer a un niño con amor no sólo estamos alimentando su cuerpo sino también estamos nutriéndolo emocionalmente y este aspecto cobra toda su importancia en los primeros meses de la vida puesto que al darle el alimento cuando llora de forma desgarrada con su sensación de hambre, intuyendo que en ello le va la vida y sin saber si alguien está ahí para cubrir sus necesidades, le estamos diciendo que puede confiar en nosotros, en que vamos a cubrir sus necesidades, y si confía en nosotros confiará en el mundo y está adquiriendo así la seguridad básica que son los cimientos de su personalidad. Por ello a mí me gusta decir que la alimentación con amor en los primeros meses nutre el cuerpo y el alma del bebé.
Desde un principio la alimentación será a demanda del bebé, sin horarios fijos.

Isabel Rubio

El Destete

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Cuando doy charlas de alimentación a padres y madres lo hago haciendo un recorrido desde el nacimiento a la adolescencia y empiezo hablando de que, como “animales” mamíferos que somos, nutrimos a nuestros recién nacidos con leche. El niño nace con una serie de reflejos, entre ellos el de succión y el de búsqueda, que harán que rápidamente se enganche al pezón o a la tetina y calme la angustiosa sensación de hambre. Siempre explico a continuación los beneficios de la lactancia materna y también los enormes avances en la composición de las leches que podemos ofrecer hoy a los lactantes. Después abro un tiempo para el diálogo, las preguntas y sobre todo para que las madres puedan expresar sus miedos, sus frustraciones…a menudo sale el sentimiento de ser mala madre por no haber sido capaz de hacer una lactancia natural o el drama de suspender la teta por incorporarse al trabajo… creo que la labor del pediatra también es desdramatizar, es darles permiso para que disfruten del momento, sea cual sea la forma en que se alimente su hijo. Por eso les hablo de que el momento de alimentarle no es sólo nutrirlo, es mucho más que la nutrición corporal; mientras le dais el pecho o el biberón estáis en contacto, le acariciáis, le habláis…todo ello va creando un vínculo entre vosotros que le nutre emocionalmente (o mejor dicho: os nutre emocionalmente).

Más adelante incorporaremos otros alimentos distintos a la leche y en eso seguimos las recomendaciones nutricionales de una serie de organismos internacionales como la ESPGHAN.
¿Hasta cuando sólo con leche?: Siempre, en cualquier recomendación, tenemos que mirar al niño e intentar adecuarla a ese niño concreto, en esa familia concreta. Pero en general podemos decir que hasta los 6 meses (prefiero siempre hablar de “alrededor de los 6 meses”) la leche cubre las necesidades nutritivas del niño; pero además hay otros signos que nos dicen que el niño está preparado para tomar otros alimentos (inicia movimientos de masticación, se sienta…) por lo que aconsejamos iniciar el aprendizaje de la alimentación con cuchara y de otros alimentos distintos a la leche.

Y ahora surgen dos nuevas preguntas: ¿hasta cuando ofrecer leche en biberón aunque ya sabe beber en vaso?, ¿hasta cuando mantener la lactancia materna aunque el niño ya se alimente con una dieta variada y completa?.
Miremos de nuevo al niño, cuáles son sus necesidades y su desarrollo evolutivo: desde el año de vida cubre sus necesidades nutricionales comiendo “de todo” y evolutivamente, “alrededor de los 24 meses”, va abandonando la etapa oral y entrando en la anal; podemos ayudarle en esa transición si facilitamos que abandone la succión que “le ata” a la etapa anterior. En el caso de la lactancia materna es decisión de la madre hasta cuando quiere prolongarla, y nuestro papel es el de informarle de la necesidad de mantener una alimentación variada.

Isabel Rubio