Las infecciones de transmisión sexual (ITS) comprenden un grupo de enfermedades en las que el contagio por vía sexual es fundamental.
Suponen un importante problema de salud pública, sobre todo infección gonocócica, sífilis y sífilis congénita (la que afecta al hijo nacido de madre con sífilis), hepatitis B y A. Pero hablar de ITS es hablar también de infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ya que actualmente la transmisión del VIH ha pasado a ser sobre todo por vía sexual y bien merece capítulo aparte por su importancia.
En la Comunidad Valenciana, a lo largo de la última década (2002-2011), los casos de infección gonocócica y de sífilis han ido progresivamente en aumento, mientras que se ha mantenido sin apenas variación el nº de niños con sífilis congénita, cifra que oscila entre 1 y 5 al año.
¿Y qué hace una pediatra hablando de ITS?, la respuesta es obvia: es fundamental, para abordar este importante problema de salud pública, que incidamos en la educación sexual de niños, adolescentes y jóvenes y aquí participamos todos; porque la mejor prevención de las ITS/VIH, como de cualquier otro problema de salud que tenga una base en la conducta humana, es la educación.
¿Y por dónde empezamos?.
Llevamos años con campañas orientadas a informar sobre conductas “de riesgo”, evitar “sexo sin protección”, dando consejos de “prácticas seguras”, pero actualmente se amplía la mirada y se enfoca la prevención de las ITS/VIH como un riesgo más de la conducta sexual; por tanto habrá que establecer estrategias educativas que promuevan una conducta sexual saludable, no solo “higienista”, dotando también a los jóvenes de habilidades emocionales y comunicativas, de capacidad de autocuidado y de responsabilidad a la hora de tomar decisiones.
Proponer este abordaje amplio de la educación sexual implica estrategias interdisciplinares que deben empezar pronto. Cuando se planteó la edad de vacunación frente al virus del papiloma humano y se estableció a los 14 años, se oyeron muchas voces que decían que era un poco tarde (recordemos que la estrategia que garantiza una óptima efectividad es la vacunación antes del inicio de la actividad sexual) y es que diferentes estudios realizados en los últimos años detectan un adelanto progresivo en la edad de inicio de las relaciones sexuales; por tanto cualquier programa de prevención debe empezar en la escuela.
No creo que actuaciones puntuales sean efectivas, debe ser más bien un trabajo continuado a lo largo de la etapa escolar, insertando la educación sexual en la educación para la salud y ésta a su vez en un marco más amplio: educación para la vida.
¿Y cuál es nuestra realidad?: En el año 2008 la Generalitat promulgó una ley por la que se reconoce el derecho del niño y adolescente a recibir educación sexual y las Consellerías de Educación y Sanidad las encargadas de realizarla. Así nació el Programa de Intervención de Educación Sexual (PIES) que se dirige a los últimos cursos de la Educación Secundaria Obligatoria y que actualmente se está implantando en los Centros Educativos de la Comunidad Valenciana.
Queda camino por recorrer, pero es el camino de la educación por el que debemos seguir.
Más información en el Portal de la Conselleria de Sanitat de la G.V.