Antes de entrar en el tratamiento del catarro de vías altas creo necesario hacer un paréntesis y explicar ¿qué es un tratamiento etiológico?, ¿qué es un tratamiento sintomático?. Es sencillo.
Ante cualquier enfermedad infecciosa (provocada por virus, bacterias, hongos) nos plantearemos poner un tratamiento.
Si el tratamiento se dirige a atacar las causas de la enfermedad hablamos de tratamiento etiológico. Un ejemplo: Bastantes de las amigdalitis pultáceas son causadas por bacterias y disponemos para tratarlas de los antibióticos (anti + biótico) que son sustancias químicas que destruyen a los microorganismos. Otro ejemplo: Algunas de las dermatitis del pañal del lactante están producidas por hongos, que tienen en esa zona húmeda y al amparo del pañal un fácil crecimiento; podemos aplicar un tratamiento etiológico porque disponemos de antimicóticos en crema que destruyen a los hongos o anulan su crecimiento o reproducción.
En el caso de la mayoría de las enfermedades que son producidas por virus nos limitamos a poner un tratamiento sintomático, es decir, un tratamiento que se dirige al alivio de los síntomas. Y así, si hay fiebre podemos dar antitérmicos, si hay dolor analgésicos, si tos muy molesta antitusígenos…
Con el tema de la gripe A, con el que todos hemos aprendido mucho, saltó a la opinión pública el debate del uso de los antivirales fuera del ámbito hospitalario, en el que hasta ese momento estaba restringido su uso. Dados los efectos secundarios de éstos su uso está limitado a enfermedades víricas graves.
Por tanto, en las enfermedades víricas, tan frecuentes en la infancia, sólo aliviamos los síntomas del niño (sólo tratamiento sintomático) y en las enfermedades bacterianas o micóticas pondremos un tratamiento etiológico y, si lo precisa porque tiene fiebre o dolor, también sintomático.
Isabel Rubio