Cuando en el 2009 iniciaba este blog me sentía una pediatra ya mayor colándome en un mundo virtual de profesionales jóvenes, fui descubriendo así, como una intrusa, la blogosfera pediátrica, detrás de la cuál descubrí a grandes profesionales, pediatras y médicos muy bien formados y con una gran generosidad, que ponían su tiempo y sus conocimientos al servicio de los demás.
Desde un principio me enganchó especialmente el blog de Amalia, “diario de una mamá pediatra”. Me gustaba lo que hacía: escribía con un lenguaje claro, explicando cualquier tema pediátrico con rigor científico y al mismo tiempo fácil de entender; me gustaba su constancia, casi militancia, porque cuesta escribir a diario compatibilizando trabajo, guardias, vida familiar, crianza…y sobre todo me enganchó la veracidad de lo que escribe, cómo entrelaza lo personal y lo profesional, cómo enriquece su saber de pediatra con su experiencia de madre, qué razón tienes, ¡cómo humaniza la maternidad!…. me enganchó, en definitiva, el corazón que pone en su blog.
Y ahora, como mujer valiente que es, escribe un libro. Me ha encantado!. Yo todavía soy de las que leen libros en papel, no me gusta leer un libro en pantalla, me gusta pasar las páginas, volverlo a abrir… y el libro de Amalia lo he disfrutado.
Es muy muy completico, toca todos los temas, desde nacer antes de tiempo, llanto, lactancia, chupete, sueño, crecimiento, desarrollo psicomotor, la comida, escuela infantil, abuelos, nuevas familias, repaso a enfermedades frecuentes, accidentes, incluso la elección de pediatra…aunque ella diga que no, es un auténtico manual acerca de la crianza, escrito por una madre pediatra o viceversa.
Es un recorrido desde el principio, desde que tu hijo nace, y te va acompañando en su crecimiento.
Se acerca a los problemas de la crianza desde lo cotidiano, de forma amena pero aportando mucha ciencia (¡gracias Amalia por tu gran contribución a la formación de tantos padres y madres!), despejando las dudas que surgen con información y otras veces aplicando sensatez y sentido común, porque la mayoría de los problemas de la crianza no son «de ciencia» sino de la vida.
¡Gracias Amalia por este regalo!