Para mí no es un día «anual» más. Creo que la Atención Primaria debería ser el núcleo de nuestro sistema sanitario y sigo defendiendo el papel del pediatra en primera línea.
Ya lo hacía en su primera edición en el 2011 y en años sucesivos, poniendo la mirada sobre todo en la pediatría. El año pasado reflexionaba sobre lo que para mí es ser pediatra de cabecera. Y es que después de tantos años de profesión podría escribir de nuevo lo que hace ya bastantes años escribía…. Ejerzo como pediatra en Atención Primaria desde hace 21 años. Elegí trabajar en el ámbito extrahospitalario, entre otras razones, porque viví el inicio de la reforma de Atención Primaria, llegaban los aires de la declaración de Alma Ata, el cambio que suponía la atención a los niños no sólo en el aspecto asistencial a sus enfermedades sino la prevención, los programas de salud, la docencia e incluso la investigación, eran aires nuevos, años de ilusión por una atención integral, se ampliaba la edad pediátrica desde el nacimiento hasta la adolescencia, trabajar en equipo….
Este año todas las organizaciones de Médicos de Atención Primaria tanto a nivel nacional como autonómico (Colegios de Médicos, Sociedades Científicas y Sindicatos Médicos), se han planteado como objetivo devolver la ilusión y esperanza a los médicos de Atención Primaria y conseguir entre todos que el médico de Atención Primaria pueda realizar su trabajo de forma satisfactoria y eficiente, para que pueda dar a los pacientes lo mejor de sí mismo.
Se ha elaborado un decálogo y entre otras cosas se reivindica una vez más que los Médicos de familia y pediatras deben, a su vez, liderar la toma de decisiones relacionadas con la organización y gestión de los recursos sanitarios, o que las agendas deben adecuarse a una asistencia de calidad, con un tiempo mínimo de 10 minutos por paciente.