Madre Canguro

Madre canguro
Cada día son más los Servicios de Neonatología de los Hospitales españoles que se incorporan al método denominado madre canguro.
El pasado día 6, en el suplemento de la Comunidad Valenciana del periódico El País, nos informaban que también el hospital La Fé de Valencia “ha eliminado las restricciones de tiempo de visitas de los padres, ha desarrollado una faja especial que facilita la sujeción del bebé y hace más cómodo aplicar este método”.

Esta práctica surgió hace 30 años en Bogotá (Colombia) ante la falta de recursos en sus Servicios Materno Infantiles: dado que no había incubadoras para los recién nacidos de bajo peso al nacimiento con problemas de regulación térmica, pensaron que la mejor incubadora era la propia madre. Con este método también se facilitaba la nutrición con leche de madre y la estimulación sensorial y táctil. A pesar de la dificultad que se tiene para poder sacar evidencias científicas del beneficio de este tipo de asistencia, se objetivaron menor número de infecciones, de enfermedades graves y de enfermedades respiratorias a los 6 meses de seguimiento. Pero el mejor desarrollo del bebé no es sólo físico, también intelectual y afectivo.

El método recibió el aval de la Organización Mundial de la Salud y a partir de ahí hospitales de todo el mundo vuelven a valorar el contacto piel con piel, el calor que le aporta, el estímulo de las palabras que con cariño se le dicen, el latido del corazón…lo que entendemos por regazo materno ( también puede ser el del padre o de la abuela) frente a las más sofisticadas incubadoras.

Los avances en la Neonatología en los últimos años son importantísimos, han permitido la supervivencia a bebés de menos de un kilo de peso, pero aunque queda camino por recorrer, reconocer la importancia del contacto con los padres y facilitarlo, es un cambio de mirada de los neonatólogos por el que tenemos que felicitarnos.

Isabel Rubio

LA ALIMENTACION DEL RECIÉN NACIDO

LA IMPORTANCIA DE DARLE DE COMERlactancia-materna

El recién nacido duerme la mayor parte del día, en algún momento abre los ojos, se mueve…  y sigue plácidamente durmiendo. A lo largo del día tendrá despertares con llanto desgarrador por cualquier sensación displacentera, hambre, necesidad de contacto…pero a veces no está dormido ni tampoco llorando, son los momentos de la alimentación.

 

Nace con una serie de reflejos, entre ellos el de succión y el de búsqueda, que harán que rápidamente se enganche al pezón o a la tetina y calme la angustiosa sensación de hambre.

 

El momento de alimentarle no es sólo nutrirlo, es mucho más que la nutrición corporal; mientras estas dándole el pecho o el biberón estáis en contacto, le acaricias, le hablas…todo ello va creando un vínculo entre vosotros que le nutre emocionalmente (o mejor dicho: os nutre emocionalmente); también al darle el alimento, cuando llora de forma desgarrada por hambre y sin saber si alguien está ahí para cubrir sus necesidades, le estamos diciendo que puede confiar en nosotros. Por todo ello me gusta decir que la alimentación con amor en los primeros meses nutre el cuerpo y el alma del bebé.…pero además estos momentos  comienzan a conectarlo con su propio cuerpo y con su entorno, es por tanto la alimentación, durante un tiempo, el motor de su desarrollo.  

Isabel Rubio