Cólico del lactante (segunda parte)

llanto 3
¿Cuáles son las causas?

Detrás del cólico del lactante puede haber distintas causas, entre las que se encuentran:

Que se trate de un lactante con temperamento, digamos, “más sensible” a los estímulos normales y es probable que con necesidad de sueño inferior a lo normal.

Sólo en una minoría refleja un problema específico del aparato digestivo:

Alergia a las proteínas de la leche de vaca:
 Sólo en un reducido número de lactantes encontramos la alergia a la leche de vaca como causa del cólico, de ahí que no esté justificado el cambio de alimentación a fórmulas adaptadas sustitutivas de forma sistemática. También se ha hablado de suprimir, en las madres que lactan a sus hijos, la ingesta de lácteos para ver si se observa una mejoría.

Meteorismo:
Algunos bebés con cólico del lactante tienen muchos gases, pero no está claro si el cólico está provocado por los gases o, por el contrario, los bebés con cólico desarrollen gases al tragar demasiado aire mientras lloran.O bien porque no absorben completamente la carga de lactosa contenida en la leche que toman (materna o en biberón) y esto hace que se produzca gran cantidad de gas intestinal.

Hipermotilidad intestinal: 
Suele calmar con algunos cambios de postura.

Factores hormonales:
 Niveles de una hormona intestinal pueden estar aumentados en algunos lactantes con cólico.

Reflujo gastroesofágico:
 Hay que considerar este diagnóstico cuando pasado el cuarto mes la sintomatología empeora o no mejora. Algunos de sus síntomas pueden ser: irritabilidad, rechazo al alimento y alteración del sueño al poco tiempo de la toma.

Pero si se sospechara una causa ya no estaríamos hablando de cólico del lactante, recordemos que éste es un diagnóstico de llanto, con los criterios ya reseñados en la primera parte, con normalidad cuando termina el episodio de llanto y con exploración normal, tras el cuál no hay causa aparente.
Lo mismo ocurre cuando nos encontramos con un bebé que llora y hay falta de cuidados, o un ambiente con excesivos estímulos…no estaríamos hablando de cólico.

Pero, en resumen, en mi experiencia el cólico del lactante es una VARIANTE NORMAL DEL LLANTO.
Se suele leer también en muchas publicaciones que entre las causas del cólico del lactante se citan aspectos psicosociales de los padres, por ejemplo que se trate de padres inexpertos, estados de ansiedad, depresión materna…pero en esta línea lo único que veo es que variará el manejo de la situación, no que sea la causa; se manejará mejor con unos padres que se sienten seguros, que saben que el cólico no es el resultado de una mala crianza por lo que no hay motivo para sentirse culpable, que descansan…seguiré hablando de ésto y de lo que podemos hacer, cómo tratarlo, en una tercera parte.

Cólico del lactante (primera parte)

bebé llanto
“No sabemos que le pasa a nuestro hijo, llora sin parar todas las tardes-noches como un reloj, siempre a la misma hora, no podemos calmarle y lo estamos pasando mal”. Cuando desnudan al recién nacido de sólo 3 semanas de vida observo a un precioso y sonrosado bebé que “está como una rosa”.
Este es el resumen de tantas y tantas consultas…pues hasta un 40 % de los bebés presentan lo que llamamos cólico del lactante.

Pero, ¿qué es el cólico del lactante?

Se define como un llanto incontrolable, sin causa identificable, más frecuente a últimas horas de la tarde, en un lactante sano entre las dos semanas y los cuatro meses de edad. Suele acompañarse de rigidez, flexión de miembros inferiores sobre el abdomen y meteorismo.
Se considera que un lactante está afecto de cólico cuando presenta: 3 horas de llanto al día durante, al menos 3 días a la semana, durante 3 semanas (criterios diagnósticos de Wessell).
Se trata de una alteración benigna y autolimitada que tiende a desaparecer espontáneamente alrededor del cuarto mes de vida. Cuando persiste más allá del tercer o cuarto mes hay que replantear el diagnóstico.
El bebé llora con un llanto desgarrador, parece que tiene hambre pero no se calma con el alimento. Cuando el episodio termina, el bebe se tranquiliza y vuelve a la normalidad. Podemos considerar el cólico como el extremo de una gama de variabilidad del llanto normal. Un bebé al segundo mes de vida llora un promedio de casi 3 horas diarias, predominantemente por las tardes y progresivamente a partir de entonces hay hay una disminución gradual del tiempo de llanto diario. Os aconsejo leer también el llanto del bebé (http://www.maynet.es/2009/10/el-llanto-del-bebe/ ).

El diagnóstico se basa en los síntomas característicos y en la exploración física del lactante, que debe ser normal. Y es independiente del tipo de lactancia (materna o artificial).

Isabel Rubio

Bronquiolitis Aguda

ayersmorphine
La bronquiolitis es una infección respiratoria del lactante. Afecta a niños menores de 2 años, aunque preferentemente se da en el primer año de vida (el 90% tienen entre 1 y 9 meses).

Es un proceso infeccioso vírico, sobre todo por un virus llamado virus respiratorio sincitial (VRS).

Se inicia con un cuadro catarral, moco y obstrucción nasal, seguido de tos seca y progresiva dificultad al respirar.
En la mayoría de los casos suele ser leve y controlada en el centro de salud; no obstante, algunos casos son graves y requieren asistencia hospitalaria: son los lactantes en los que la dificultad respiratoria es importante y ésta provoca, además, problemas en la alimentación.

Hay unos factores de riesgo que hemos de tener en cuenta para valorar a un lactante con bronquiolitis, pues suponen un riesgo de mayor gravedad y son:
que haya sido prematuro, menor de 35 semanas
que sea un lactante pequeño menor de 3 meses
que haya nacido con problemas de inmunidad (de defensas frente a las infecciones)
que haya nacido con problemas de corazón
que padezca una enfermedad pulmonar previa

La duración es de unos 12 días, aunque un 18 % presentaran síntomas a los 21 y un 9% hasta los 28 días.

El tratamiento, como enfermedad vírica, es un tratamiento sintomático:
1.- Recomendaciones generales:
Posición semiincorporada para facilitar la respiración.
Fraccionar la alimentación, ofreciendo pequeñas cantidades de alimento, para evitar la fatiga.
Ofrecer líquidos,adecuados a la edad, con frecuencia.
Mantener el ambiente libre de humos. No fumar en casa.
2.- Tratamiento sintomático:
Mantener la nariz limpia mediante lavados de suero fisiológico y aspirador de secreciones nasales.
En caso de fiebre, administrar paracetamol o ibuprofeno.
El pediatra valorará cada niño individualmente y decidirá si es aconsejable añadir alguna otra medicación que mejore la dificultad respiratoria.

Será necesario siempre un seguimiento cercano del lactante hasta su curación.

Isabel Rubio

Sí al uso del chupete en el primer año

CHUPETE
Entre las recomendaciones actuales de la Academia Americana de Pediatría para prevenir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) está incluida la de ofrecer el chupete a los lactantes menores de un año en el momento de dormir (tanto por la noche como en las siestas).
El papel potencialmente protector del chupete fue propuesto ya en 1979 pero los estudios que vienen a confirmarlo se publican a partir de 1993.
Todos los estudios referidos observan que el “efecto protector” del chupete se obtiene en el sueño que se inicia usando chupete, mientras que sólo algunos lo detectan por el uso habitual. Es decir, si es usuario habitual, pero no lo utiliza en esa noche, disminuiría o incluso desaparecería tal efecto protector. Actuaría de similar manera que un “cinturón de seguridad”, que protege si se usa en el viaje del accidente, aunque en este caso quizás provea cierta protección por haberlo usado antes. Algunos estudios hablan de una reducción del riesgo de un 92% respecto aquéllos que no usaron chupete.
Desconocemos cómo actúa el chupete en la protección del SMSL, pero se trata de una evidencia de la misma calidad que la que llevó a la recomendación “ponle a dormir boca arriba”.

Sé que la recomendación del uso del chupete es aún motivo de discusión para algunos porque se ha relacionado (sin estudios que lo avalen) con la menor frecuencia y duración de la lactancia materna, no obstante es aconsejable:

  1. En niños con lactancia materna: ofrecer el chupete a partir de que se establezca claramente la lactancia materna (a partir de la primera-segunda semana de vida).
  2. En niños con lactancia adaptada: ofrecer el chupete desde el/los primeros días de vida, sobre todo porque se ha visto una relación mayor con SMSL en estas madres.
  3. No es necesario volver a colocar el chupete si se cae durante el sueño.
  4. No untar el chupete en soluciones dulces.
  5. Retirar el chupete al llegar el año de edad.

Gracias a los autores de estos rigurosos artículos de la Revista Evidencias en Pediatría:

González de Dios J, Balaguer A, Díaz-Rossello JL. ¿Qué actitud adoptaremos los pediatras respecto al uso del chupete en el lactante? Reflexiones y comentarios en relación con su potencial papel protector en el síndrome de muerte súbita del lactante. Evid Pediatr. 2006; 2:15.

Balaguer A, González de Dios J. Usar el chupete al dormir reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. Evid Pediatr. 2006; 2:21.


Obesidad infantil

gordo gordo
Ando estos días redactando, para su publicación, el trabajo realizado en el año 2008 con 531 niños y niñas de edades comprendidas entre 4 y 14 años, que asistían a las Escuelas Deportivas Municipales de la localidad de Almoradí.
Dicho trabajo nace de la colaboración del Departamento de Biología Aplicada (Área de Nutrición y Bromatología ) de la Universidad Miguel Hernández y la entidad Fundesced, Fundación para el Desarrollo de la Sanidad, Cultura, Educación y Deporte “Vega Baja” de la Comunidad Valenciana. Fundesced gestiona, desde el curso 2007/2008, las Escuelas Deportivas Municipales de Almoradí, cuyo objetivo principal es la educación deportiva y para la salud, dentro de la población infantil y juvenil de Almoradí.
Uno de los proyectos de Fundesced fue, al iniciar la gestión de dichas EEDD, conocer el estado nutricional de los niños participantes en las Escuelas Deportivas para diseñar programas de intervención que permitan mejorar a largo plazo la salud en la población adulta y, al mismo tiempo, identifica a aquellos niños con riesgo de obesidad y de bajo peso en los que realizar una intervención temprana, encaminada a reconducir sus hábitos alimenticios y de consumo hacia otros más saludables.

De los resultados de este trabajo resaltar que un 16,8% de nuestro niños son obesos, mayor proporción entre los varones (17,5 %) que entre las niñas (13,8 %). En el tramo de edad situado entre los 6 y los 9 años es donde el porcentaje de niños obesos es mayor.
Pero si se toma en conjunto sobrepeso y obesidad, la prevalencia en la población estudiada es del 26,8 %, siendo mayor en las mujeres (27,8 %) que en los varones (25,9 %).

La OMS considera desde 1998 la obesidad como una epidemia global. Estudios nutricionales reflejan que la obesidad es el principal trastorno nutricional de la población adolescente en los países desarrollados. En España la frecuencia de la obesidad en la infancia ha aumentado en los últimos 20 años. En el período comprendido entre el año 1984 y el año 2000, se ha triplicado su frecuencia en niños/as de 6 a 12 años.

A la vista de nuestros resultados, y siendo además una población que practica deporte como actividad extraescolar (una media entre 2 y 4 horas semanales), es posible que en la población general las cifras sean incluso algo más elevadas.

Isabel Rubio

Agua y biberones

biberon Tenía pendiente hacer una entrada hablando de agua y biberones, sobre todo para dejar claro que a la hora de usar agua potable del grifo basta con hervir el agua durante un minuto desde el momento en que se inicia la ebullición en la superficie. Se recomienda añadir un minuto más por cada 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar según la Organización Mundial de la Salud y la Guía de Salud Materno-Neonatal de la Asociación Española de Pediatría. La recomendación previa de hervir el agua durante 5 o 10 minutos debe abandonarse pues se ha demostrado que algunas sustancias como los nitratos o el sodio se concentran demasiado. Es aconsejable mantener esta recomendación hasta los 6 meses, ya que a partir de esta edad los niños tienen mayor capacidad inmunitaria.
Una alternativa a la ebullición del agua potable es el empleo de agua de bebida envasada que puede utilizarse directamente.
Indudablemente, sigue siendo importante mantener la recomendación de lavarse siempre las manos antes de preparar el biberón y la rigurosa higiene de éste.
Si queréis saber más de este tema:

http://www.aeped.es/infofamilia/temas/agua.htm 

Agua de bebida en el niño. Recomendaciones prácticas aunque es un artículo dirigido a pediatras se puede obtener información de interés para los padres.

Isabel Rubio