Jugando a Papás y Mamás


Mamás Y Papás – Mummies & Daddies (2008)The top video clips of the week are here

Se acerca el 25 de Noviembre, día Internacional de la eliminación de la violencia de género y, a pesar de que a lo largo de todo el año es un tema que nos toca y nos duele en lo más profundo, en estas fechas, parece, que aumenta nuestra sensibilidad cuando escuchamos que, una nueva mujer ha sido asesinada a manos de su pareja o ex pareja.

No nos cansamos de decir y escuchar que este horror sólo puede acabar a través de la educación. Que por más y más leyes que pongan los jueces y más y más medidas que les impongan a los maltratadores, todos sabemos que hay que empezar antes, mucho antes.

¿Dónde, cuándo, cómo empezar a solucionar este problema? Difícil, pero por algún sitio tendremos que empezar.

El primer paso es empezar a ser conscientes de que “TOD@S” formamos parte de la sociedad y de que todos pertenecemos a una familia y, a veces, también tenemos la nuestra propia.

La familia como primer núcleo de aprendizaje del niño para ser persona y donde primero aprende cómo relacionarse con los otros, es el lugar idóneo para que tengan un modelo de comunicación sano, donde se tenga en cuenta a cada miembro de la familia, como otro  ser diferente y a la vez con los mismos derechos que ellos mismos, sean niños o niñas, padre o madre, abuelo o abuela, hombre o mujer

El hijo, la hija aprende a ser hombre o mujer mirando a papá y a mamá.

El niño/a desde que nace mira, observa, aprende y repite, por eso decimos que aprenden por imitación y por ello los padres y madres somos modelos para los hijos/as.

Es cierto que es una responsabilidad muy grande la de ser padres y madres, y encima que nos digan que somos modelos de nuestros hijos/as, pero se presupone que ha sido una decisión que dos adultos tomaron en su día de forma responsable juntos, y, aun en caso de no seguir como pareja, van a seguir teniendo esa responsabilidad como padres a lo largo de su vida, pues han tenido hijos para formarlos como personas, que tienen que convivir con otras personas.

Y muy mal empezamos si dentro de la misma familia, no se respeta a cada uno de sus miembros, si no se les escucha, si no se les tiene en cuenta y sobre todo si creemos que los niños no se dan cuenta de lo que pasa entre papá y mamá, pues los niños son pequeños, pero no son tontos.

El vídeo es un ejemplo de lo que aquí os quiero transmitir, como siempre una imagen vale más que mil palabras.

Mª Cecilia Martí


Educar es un acto de amor

educar Izan 5Sobre el tema de educación y familia hay mucho escrito y a veces tengo la sensación de que está todo dicho y nos repetimos.
Lógicamente no es así, pues por mucho que se hable o se escriba de educación, siempre habrá estilos diferentes que nos aporten nuevas miradas.
La pregunta que me hago es: ¿Qué necesitamos los padres a la hora de educar a nuestr@s hij@s? y de ahí me surge otra: ¿Qué necesitan nuestr@s niñ@s de hoy?.
Cuantas veces nos hemos visto en situaciones en las que tenemos que dar una respuesta a nuestros hijos, ante una situación que nos “saca de quicio”, y nos decimos: Ahora me gustaría ver aquí al psicólogo o al orientador de su colegio para que me diga ¿Qué hago?. Pues ellos desde la teoría lo tienen todo muy claro y parece muy fácil, pero a la hora de la verdad, aquí es donde los quisiera ver yo, pues la teoría no tiene nada que ver con la práctica. Y es cierto.
Realmente educar es la tarea más hermosa y a la vez más difícil a la que nos enfrentamos los padres y los profesionales de la enseñanza. Educar es un acto de amor, pues damos al hij@ lo que yo tengo que te puede servir a ti y que con ello, y lo que tú eres ya potencialmente, consigas ser la persona que quieres ser; ayudándole a sacar lo mejor de sí mismo.
Esta tarea de educar es hermosa porque tenemos la posibilidad de colaborar en la formación de hombres y mujeres del mañana, de formar a los seres humanos de nuestro futuro más próximo y más lejano, pues lo que estamos dando a nuestros hijos, de una o de otra forma, ellos se lo transmitirán a los suyos, nuestros nietos.
Y es difícil porque ¿quién nos ha enseñado a formar personas?, ¿adónde hemos ido a aprender a ser padres?, ¿en qué universidad nos han dado el título de Padres?, ¿Quién nos ha dicho, tú ya estás preparado para tener hijos?.
Cuando imparto cursos o conferencias a padres y madres con niñ@s de diferentes edades y veo en sus rostros reflejada la sensación de “no sabemos qué hacer”, o “necesitamos saber si lo estamos haciendo bien o mal”, o “¿nos puede dar alguna receta?”, etc. Les pregunto: ¿Cuándo tuvisteis al niñ@, en el hospital no os dieron un librito de instrucciones de cómo manejar al niño y os explicaron cómo es su funcionamiento?. Y les digo, cuando compramos un móvil o cualquier aparato doméstico, nos dan un enorme libro de instrucciones en todos los idiomas, donde nos explican, con todo lujo de detalle las características del aparato y todo lo que se necesita saber para su buen funcionamiento y sacarle el máximo provecho.
Lógicamente se echan a reír y algunos dicen, pues sí, teníamos que habernos preparado un poco antes de que naciera nuestro primer hij@, pues le hemos dedicado tiempo a la preparación de su habitación, a la canastilla, y a menesteres que tienen que ver con su llegada, pero no a lo que nos toca hacer como padres, que es una tarea desconocida por nosotros. Y, añaden, con el segundo fue diferente, pues ya sabíamos de qué iba, pero con el primero lo pasamos muy mal.
Lo que yo me propongo en estos artículos es reflexionar sobre los temas que nos preocupan, tanto a los padres como a los profesionales de la enseñanza, para ver entre todos, qué estamos haciendo, qué podemos hacer de forma diferente o qué tendríamos que cambiar para educar a las nuevas generaciones de niñ@s que tenemos delante.
TODOS educamos y enseñamos, no siempre de una manera formal e intencionada, pero sí con nuestros conocimientos, ideas, sentimientos, emociones, palabras y acciones, pues con todo ello ofrecemos un modelo de persona a los demás. Por supuesto los primeros los padres, luego sigue la familia más extensa, los profesionales de la enseñanza, los políticos, los medios de comunicación, la sociedad en general. Ninguno de los agentes sociales podemos eludir, ni olvidar esta importante responsabilidad. La educación nos atañe a todos.
La sociedad del futuro estará formada por nuestr@s niñ@s de hoy.
Y acabo dejando, una pregunta en el aire: ¿Qué tipo de personas queremos dejar nosotros al mundo, para ese futuro tan cercano?.

«Si educáis a los niños, no tendréis que castigar a los hombres». Pitágoras

Cecilia Martí

Adolescentes «Qué maravilla»

adolescentes
Adolescentes “Qué maravilla”

He leído muchos libros sobre adolescencia, como pediatra y ahora como madre, y ninguno me ha gustado como éste : Adolescentes “Qué maravilla”.
Su autora, Eva Bach, es amiga y colaboradora de Maynet, y sólo por ésto podría estar en nuestras páginas, pero hay mucho más:
Eva Bach lleva muchos años formándose y hablando sobre adolescentes a padres, madres y profesores y es ahora, vivida la adolescencia de sus hijos, cuando se sienta y escribe. Como ella dice “cuando determinadas situaciones se han vivido o padecido en la propia piel se está en mejor disposición de abordarlas”.
Es precisamente esa simbiosis entre su sabiduría y el abordaje de lo cotidiano lo que hace tan útil su lectura. La reflexión y el aprendizaje en cada página, en cada uno de los “mensajes cortos y sencillos” en los que aborda desde los grandes temas de la adolescencia a los pequeños secretos de la convivencia diaria: “Yo la madre, tú el hijo”, “Libre tú pagando yo, va a ser que no”, “Si yo te hablo bien, tú me hablas bien”, “Todavía no”, “Callar a tiempo”, ¿Te he dicho que te quiero?…“Palabras valientes, claras y con corazón. Éstas son las palabras que tenemos que recuperar, aprender y utilizar los padres de hoy.”
Es necesario que los padres de hoy reencontremos lo esencial e imperecedero, de eso va este libro, del arte de conjugar amor y autoridad, y lo hace, además, destilando humor y optimismo. Gracias Eva por esta “joyica”.

Isabel Rubio

Una mirada diferente

miradas, mirada, ojos, miradas

Sólo un corazón agradecido aprende (Marianne Franke)

En este blog vamos a encontrarnos muchas veces las palabras: nueva mirada, cambiando la mirada, mirada diferente

Y me gusta, me gusta leerlo, decirlo, y sobre todo aprender a hacerlo.

Tengo la suerte de contar con grandes maestros que ya cambiaron su mirada y nos están enseñando, a cómo hacerlo, a los que vamos detrás.

Y, si hemos empezado a cambiar la mirada, es porque ellos, los maestros, ya nos miraron de otra forma, nos miraron desde el corazón y confiaron en nosotros y con ellos aprendimos a saber tomar, a decir sí a todo lo que fue y a decir gracias a todos los que estuvieron antes.

Desde aquí os invito a que cerréis los ojos de la cara y abráis los del corazón y así cambiará vuestra mirada.

Lo que se mira con amor y con respeto cambia.
Mª Cecilia Martí

Mirar es querer ver y también querer observar, demostrando interés por el otro. Asi incorporar mi mirada en Maynet implica descubrir la realidad actual de los adolescentes, de la sociedad, de los padres, de los profesionales, etc. con el objetivo de ayudarlos a ser personas felices.

El marco en el que desarrollo las intervenciones a nivel familiar es el de la teoría sistémica, con lo que nada de lo que ocurre dentro de la familia se puede considerar aislado, teniendo en cuenta que las vivencias que en ellas se dan implican a todos y cada uno de sus miembros.

Desde esta perspectiva es importante interpretar el significado de muchos trastornos (drogodependencias, trastornos de la alimentación, maltrato, delincuencia..) como un síntoma de una adaptación mal resuelta frente a los cambios y ver que función cumple ese síntoma dentro de la dinámica familiar.
Ana Puigcerver (*)

Iniciar este camino me ha supuesto responder a la pregunta ¿qué pretendo aportar como pediatra desde Maynet?, y lo primero que me surge es la de contribuir, aportando una mirada amplia, a resolver los conflictos que surgen en la crianza de los hijos, mirándolos y también mirándonos; una mirada que acompañe a niños y adolescentes en su crecimiento.
Isabel Rubio

(*) Ana, amiga y psicóloga inició la andadura en maynet pero por motivos personales dejó el proyecto, una pena porque su mirada nos hubiera sido muy útil.

Las primeras semanas de vida

Las primeras semanas de vida

No sé si porque inicio este camino, que es como salir al mundo, o porque después de muchos años volvemos a criar en la familia, que quiero dedicar mi primera entrada a hablar del nacimiento del hijo o de la hija, a sus primeras semanas de vida.

Ha nacido, vemos su cara, su cuerpo, pero tiene ya muchos meses de vida, ha recorrido un largo y complejo camino biológico, de cambios incesantes y ha pasado por la experiencia más importante y traumática de toda su vida: el parto.

Y mientras la gestación ha ido avanzando otros cambios se han estado produciendo en el mundo exterior que le espera, expectativas de cómo será, temores, ilusiones…preparamos su espacio físico en la casa, su ropa, su cuna… y también le hemos dado un espacio en nosotros.

Con el nacimiento su presencia es por fin concreta y ahora se iniciarán otra serie de cambios en la pareja, si es un primer hijo y en todos los miembros si es que se amplía la familia.

Pero miremos al niño, ¿qué necesidades tiene en estas primeras semanas de adaptación al mundo?. Nacemos en total dependencia y tendremos que cubrir sus necesidades básicas: alimentarle, limpiarle, cuidar de su seguridad…¡es obvio!, pero si le alimentamos cuando pide, si atendemos su llanto, si lo tenemos en contacto piel con piel, si nuestros cuidados son con amor, si mantenemos un clima confortable, cálido, se sentirá protegido, aprenderá a confiar en nosotros, a confiar en el mundo, estará construyendo la base de toda seguridad futura, una base sólida para crecer.

Isabel Rubio.