Aprendiendo a vivir

Aprendiendo a vivir
“La experiencia demuestra que la vida ofrece oportunidades de disfrute en cualquier situación. Conseguirlo depende de la actitud con que afrontamos la enfermedad que se nos presenta.”

El propósito de este libro es reflexionar sobre lo que ocurre en nuestra existencia cuando tenemos que afrontar la enfermedad, los cambios profundos en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Una obra optimista que nos dará la fuerza necesaria para impedir que la enfermedad se convierta en la protagonista de nuestra vida.

“No creo en el mundo que se divide entre los capaces de dar porque tienen salud y quienes únicamente pueden recibir porque su salud está lastimada. No aceptes nunca este papel de dejarte sólo cuidar.”

Los derechos de autor de este libro serán dedicados a programas de cooperación de personas con fibrosis quística de países empobrecidos.

Nuestro amigo y colaborador Tomás Castillo nos visita el próximo jueves para presentar su libro Aprendiendo a vivir. La enfermedad: descubrir las posibilidades que hay en mí.
Os animamos a que vengais a conocerle, será el jueves
día 4 de marzo a las 19 horas en el Centro de Congresos Ciutat d´Elx.

Obesidad infantil

gordo gordo
Ando estos días redactando, para su publicación, el trabajo realizado en el año 2008 con 531 niños y niñas de edades comprendidas entre 4 y 14 años, que asistían a las Escuelas Deportivas Municipales de la localidad de Almoradí.
Dicho trabajo nace de la colaboración del Departamento de Biología Aplicada (Área de Nutrición y Bromatología ) de la Universidad Miguel Hernández y la entidad Fundesced, Fundación para el Desarrollo de la Sanidad, Cultura, Educación y Deporte “Vega Baja” de la Comunidad Valenciana. Fundesced gestiona, desde el curso 2007/2008, las Escuelas Deportivas Municipales de Almoradí, cuyo objetivo principal es la educación deportiva y para la salud, dentro de la población infantil y juvenil de Almoradí.
Uno de los proyectos de Fundesced fue, al iniciar la gestión de dichas EEDD, conocer el estado nutricional de los niños participantes en las Escuelas Deportivas para diseñar programas de intervención que permitan mejorar a largo plazo la salud en la población adulta y, al mismo tiempo, identifica a aquellos niños con riesgo de obesidad y de bajo peso en los que realizar una intervención temprana, encaminada a reconducir sus hábitos alimenticios y de consumo hacia otros más saludables.

De los resultados de este trabajo resaltar que un 16,8% de nuestro niños son obesos, mayor proporción entre los varones (17,5 %) que entre las niñas (13,8 %). En el tramo de edad situado entre los 6 y los 9 años es donde el porcentaje de niños obesos es mayor.
Pero si se toma en conjunto sobrepeso y obesidad, la prevalencia en la población estudiada es del 26,8 %, siendo mayor en las mujeres (27,8 %) que en los varones (25,9 %).

La OMS considera desde 1998 la obesidad como una epidemia global. Estudios nutricionales reflejan que la obesidad es el principal trastorno nutricional de la población adolescente en los países desarrollados. En España la frecuencia de la obesidad en la infancia ha aumentado en los últimos 20 años. En el período comprendido entre el año 1984 y el año 2000, se ha triplicado su frecuencia en niños/as de 6 a 12 años.

A la vista de nuestros resultados, y siendo además una población que practica deporte como actividad extraescolar (una media entre 2 y 4 horas semanales), es posible que en la población general las cifras sean incluso algo más elevadas.

Isabel Rubio

Tratamiento del resfriado común (Cont.)

lanteira 2010 031
La tos:
La tos es un mecanismo reflejo (de protección) para eliminar mucosidades y materiales extraños de las vías respiratorias, es pues un mecanismo de defensa para mantener limpias la garganta y las vías respiratorias. Es uno de los motivos de consulta más frecuente en pediatría que genera gran ansiedad en los padres.
La causa más frecuente de que un niño tenga tos son las infecciones respiratorias agudas, sobre todo el resfriado común.
Básicamente clasificamos en tos seca y húmeda.
Cuando hay mucho moco hay que evitar los antitusígenos, por el peligro de aspiración de secreciones en los lactantes y niños pequeños, en los que hay una inmadurez en la coordinación de la deglución.
Debemos recordar que los medicamentos para la tos simplemente suprimen el síntoma, sin influir en la enfermedad que provoca la tos, es decir, no curan el proceso que causa la tos.
Veamos de qué fármacos disponemos:
• Dextrometorfano: El nombre comercial más conocido es el Romilar. En ficha técnica informa que no debe administrarse en menores de 2 años.
• Cloperastina: Los nombres comerciales más conocidos son Sekisan y Flutox. Se presenta como un derivado antihistamínico que apenas espesa las secreciones (recordad que los antihistamínicos tienen como efecto reducir el moco a base de espesarlo) y alivia la tos. Su efecto aparece a los 20-30 minutos de su administración y permanece unas 3-4 horas. Está aprobada su utilización en menores de 2 años.
• Codeína: Hay muchos nombres comerciales, entre los más conocidos Bisoltus, Toseína, Codeisan…Es el más potente de los antitusígenos. En marzo-2015 cambió la ficha técnica y se aprobó que no debe usarse en menores de 12 años. Más información en ¡Adiós a la codeína!.
En cuanto a supositorios como Pilka, que se han usado mucho y a todas las edades, desde septiembre/2011, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió una nota: La AEMPS informa a los profesionales sanitarios sobre la contraindicación en niños menores de 30 meses o con antecedentes de convulsiones febriles o epilepsia, del uso de medicamentos en forma de supositorios que contienen derivados terpénicos (alcanfor, cineol, citral, eucalipto, mentol, niaouli, pino, terpineol, terpina, tomillo, trementina) dado que existe un riesgo de alteraciones neurológicas, en particular convulsiones, en niños de corta edad y en aquellos con antecedentes de epilepsia o de convulsiones febriles.

Más información en: Nota de la AEMPS sobre derivados terpénicos en supositorios.

Y para completar  “todo lo que los padres deben saber sobre la tos”Es tiempo de toses y ¡Otra vez con la tos! , porque la realidad es que, dado que no son muy útiles y el importante riesgo de sus efectos secundarios, no deben usarse en menores de 2 años. En EEUU y en Reino Unido no se recomienda la administración de medicamentos para la tos en menores de 6 años.

Página actualizada abril/2016

Tratamiento del resfriado común

lanteira 2010 043
Como enfermedad vírica ya sabemos que disponemos sólo de tratamiento sintomático.
Nuestro objetivo es “acompañar” al niño ofreciéndole los cuidados y la medicación necesaria para que pase esos días lo mejor posible.
Repasemos pues los síntomas: obstrucción nasal y moco, tos, a veces también fiebre, malestar general, pérdida de apetito y en lactantes también puede haber síntomas digestivos (diarrea, vómitos).
En esta primera parte hablaré de la obstrucción nasal y el moco y en una segunda de la tos. La fiebre bien merece capítulo aparte.
La obstrucción nasal y el moco:
• En el lactante y en el niño pequeño es aconsejable que duerma boca arriba, ligeramente incorporado (recordad que hasta los 2 años no debemos usar almohadas por el riesgo de asfixia al colocarse el bebé bajo ella y no tener todavía la habilidad para salir).
Lavados nasales con suero fisiológico siempre que dificulte la succión en el lactante. Si un bebé es capaz de succionar la teta o el biberón, aunque tenga moco, no será necesario el lavado nasal. Cuando veamos que dificulta la alimentación o el sueño procederemos a realizarlo. Si nunca lo habéis hecho aconsejo que en una de las visitas al Centro de Salud o a vuestro pediatra pidáis que os enseñen. En niños más mayores es casi misión imposible, por lo que debéis de enseñarle a sonarse lo antes posible. La soluciones de agua marina pueden usarse y son menos molestas para el niño, pero más caras.
• En casa el ambiente será sin humo (aprovecho para insistir en que en vuestro hogar no se debe fumar) y en invierno, con algunos sistemas de calefacción, el ambiente está muy seco, por lo que es aconsejable aumentar la humedad con humidificadores.
• ¿Y los descongestivos nasales aplicados en la nariz?, existen, pero no los usamos en pediatría, es más, no aconsejo usarlos tampoco en los mayores. En ficha técnica hay algunos que están aprobados en niños, pero advierten que su uso debe ser muy limitado y dado el número de días que pasará con mocos no nos son útiles.
• ¿Y de qué medicamentos disponemos para el moco?: Usamos fármacos de 2 grupos por vía oral: antihistamínicos y mucolíticos.
Podemos resumir brevemente el efecto de los antihistamínicos diciendo que disminuyen el moco porque lo espesan. Es obvio que no deberíamos usarlos como tratamiento en el resfriado común.
Los mucolíticos, por el contrario, reducen la viscosidad del moco. Pero el mejor mucolítico es el agua y el único que no tiene efectos secundarios, de ahí la importancia de recomendar abundante ingesta de líquidos y vaporterapia.

Isabel Rubio

Tratamiento etiológico / Tratamiento sintomático

lanteira 2010 231
Antes de entrar en el tratamiento del catarro de vías altas creo necesario hacer un paréntesis y explicar ¿qué es un tratamiento etiológico?,  ¿qué es un tratamiento sintomático?. Es sencillo.

Ante cualquier enfermedad infecciosa (provocada por virus, bacterias, hongos) nos plantearemos poner un tratamiento.
Si el tratamiento se dirige a atacar las causas de la enfermedad hablamos de tratamiento etiológico. Un ejemplo: Bastantes de las amigdalitis pultáceas son causadas por bacterias y disponemos para tratarlas de los antibióticos (anti + biótico) que son sustancias químicas que destruyen a los microorganismos. Otro ejemplo: Algunas de las dermatitis del pañal del lactante están producidas por hongos, que tienen en esa zona húmeda y al amparo del pañal un fácil crecimiento; podemos aplicar un tratamiento etiológico porque disponemos de antimicóticos en crema que destruyen a los hongos o anulan su crecimiento o reproducción.

En el caso de la mayoría de las enfermedades que son producidas por virus nos limitamos a poner un tratamiento sintomático, es decir, un tratamiento que se dirige al alivio de los síntomas. Y así, si hay fiebre podemos dar antitérmicos, si hay dolor analgésicos, si tos muy molesta antitusígenos…
Con el tema de la gripe A, con el que todos hemos aprendido mucho, saltó a la opinión pública el debate del uso de los antivirales fuera del ámbito hospitalario, en el que hasta ese momento estaba restringido su uso. Dados los efectos secundarios de éstos su uso está limitado a enfermedades víricas graves.
Por tanto, en las enfermedades víricas, tan frecuentes en la infancia, sólo aliviamos los síntomas del niño (sólo tratamiento sintomático) y en las enfermedades bacterianas o micóticas pondremos un tratamiento etiológico y, si lo precisa porque tiene fiebre o dolor, también sintomático.

Isabel Rubio